El Cardenal Parolin visita Azerbaiyán invitado por el Presidente Aliyev para subrayar la importancia de las buenas relaciones entre el Vaticano y Azerbaiyán, relaciones que se establecieron a nivel diplomático entre la Santa Sede y la República de Azerbaiyán hace treinta años.

El domingo 9 de julio, a primera hora de la tarde, el Cardenal Parolin presidió la celebración de la Misa en la Iglesia de María Inmaculada de Bakú, adyacente al Centro Salesiano, con una gran participación de fieles. En su homilía, recordó algunos acontecimientos importantes de la historia reciente de la Iglesia local en Azerbaiyán y animó a los católicos locales a testimoniar con alegría su fe en Jesucristo.

Tras la solemne Eucaristía, en el patio de la iglesia, el Cardenal descubrió y bendijo la estatua de San Juan Pablo II, el primer Papa que visitó Azerbaiyán, en 2002.

En honor del Cardenal, el Prefecto Apostólico en Azerbaiyán, Monseñor Vladimir Fekete, obispo salesiano, organizó un ágape para la comitiva del Cardenal y todos los sacerdotes, religiosos y religiosas que trabajan en la Prefectura Apostólica.  

Durante el almuerzo, el Secretario de Estado de la Santa Sede se interesó por los proyectos educativos y sociales desarrollados en Azerbaiyán por la Comunidad Salesiana, que comenzó en Bakú hace veintitrés años.

El mismo día, el Cardenal visitó el hogar para enfermos y personas sin hogar dirigido en Bakú por las Misioneras de la Caridad de la Madre Teresa.

La visita del cardenal Parolin incluyó también un encuentro con representantes de las religiones tradicionales de Azerbaiyán, organizado por el imán de los musulmanes del Cáucaso, Sheykhulisam Alahshukur Pashazade, en su residencia.

Al término de su misión en Bakú, el Cardenal Parolin viajó a Ereván.

Azerbaiyán tiene antiguas raíces cristianas, pero el renacimiento de la Iglesia católica en el país comenzó en 1997 con la llegada del primer sacerdote diocesano, el Padre polaco Jerzy Pilus, que en dos años consiguió que la comunidad católica fuera reconocida por el gobierno.

En 2001, la Congregación para la Evangelización de los Pueblos estableció la "Missio sui iuris" de Bakú, confiándola a los Salesianos de Don Bosco, que desde entonces dirigen el pequeño rebaño católico del país. La "Missio sui iuris" fue luego elevada a Prefectura Apostólica de Azerbaiyán en 2011, y el Superior de la comunidad salesiana, Padre Vladimir Fekete, fue nombrado al mismo tiempo el primer Prefecto Apostólico; finalmente fue elevado a la dignidad episcopal por el Papa Francisco el 8 de diciembre de 2017, y fue consagrado obispo el 11 de febrero siguiente.

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