Gracias a los diversos oradores cualificados, se puso de relieve cómo el Líbano ha representado en el pasado un modelo de coexistencia interreligiosa, basado en el equilibrio, la paz y el diálogo entre comunidades. Como recordaba el Papa Juan Pablo II en su Carta Apostólica a los obispos de la Iglesia Católica sobre la situación en el Líbano, del 7 de septiembre de 1989: "El Líbano es más que un país: ¡es un mensaje de libertad y un ejemplo de pluralismo para Oriente y Occidente!
Sin embargo, tras la pandemia del Covid-19 y la guerra de Ucrania, la ya crítica situación del país se sumió en una grave y múltiple crisis humanitaria y política, agravada por los flujos migratorios masivos procedentes de Siria. El debate se centró, por un lado, en el papel desempeñado por los grupos religiosos en el apoyo a las personas en estas crisis, marcadas por la ausencia de servicios estatales; y, por otro, en cómo la Unión Europea (UE) debe acercarse a las diferentes partes interesadas y a los actores de la sociedad civil.
La UE es consciente de los principales problemas del país: corrupción estructural de las instituciones, conflicto y fragmentación entre la población, elevada inflación que ha provocado la pérdida de los ahorros de los ciudadanos, sistemas sanitarios y educativos disfuncionales y una importante pérdida de capital humano.
Como subrayó el representante de la Comisión Europea, la UE debería comprometerse más con los líderes religiosos y apoyarlos a través de proyectos y programas de financiación. Los fondos de la UE para iniciativas bilaterales pueden contribuir a disminuir las tensiones, crear consenso entre las distintas comunidades y etnias, y apoyar a las organizaciones confesionales para que diseñen soluciones locales. La educación desempeña un papel fundamental como herramienta de desarrollo comunitario. Por este motivo, es esencial trabajar en el acceso y la reintegración, cuando sea necesario, de los niños y los jóvenes en los procesos de educación y formación, así como en la garantía de su participación en estos procesos, que debe lograrse también, pero no solo, mediante el apoyo al pago de las tasas escolares y el aumento de los salarios de los profesores.
Entre los principales oradores figuran: Jan Olbrycht - Vicepresidente del Grupo del PPE en el Parlamento Europeo y Copresidente del Grupo de Trabajo del PPE sobre Diálogo Intercultural e Interreligioso; György Hölvényi - Eurodiputado y Copresidente del Grupo de Trabajo sobre Diálogo Intercultural y Religioso y Observador Jefe de la UE en las elecciones parlamentarias de 2022 en Líbano; Andrey Kovatchev - Diputado al Parlamento Europeo y Jefe de la Delegación Búlgara del Grupo PPE en el Parlamento Europeo; Mansour Bteish, Miembro del Comité Económico del Patriarcado de Antioquía; Justyna Petsch, Responsable para el Líbano en el Gabinete del Comisario de Vecindad y Ampliación; Imad Salamey, Profesor Asociado de Ciencias Políticas y Asuntos Internacionales en la Facultad de Artes y Ciencias de la Universidad Americana del Líbano.
Gracias a la buena cooperación establecida con el salesiano sirio Padre Simon Zakerian, activo en Líbano desde hace muchos años, y en virtud de la útil información facilitada por él, en los momentos informales el Secretario Ejecutivo de la DBI tuvo la oportunidad de compartir con los demás participantes la notable labor llevada a cabo por los Salesianos en Líbano, gracias a la cual cientos de niños y familias han recibido alimentos, ayuda económica, actividades socio-recreativas, apoyo básico y económico a escuelas y universidades, y una educación de calidad.
Sara Sechi,
Secretaria Ejecutiva de DBI