A continuación, la comunidad “Don Bosco Kokar” de Ranchi ofreció una cena en honor del Vicario del Rector Mayor, a la que asistieron unos cuarenta salesianos de las comunidades de la zona. Fue un momento de fraternidad y alegría salesiana. El padre Martoglio, en su pensamiento de “buenas noches”, habló de la importancia de la misión salesiana en la India, una presencia significativa para el país y para el mundo salesiano.
El 26 de febrero, primer domingo de Cuaresma, comenzó con una misa solemne en la parroquia “Cristo Rey” de Hesag, Hatia, Ranchi. Tras la tradicional acogida festiva, durante la liturgia, el Vicario del Rector Mayor recordó que hay unas 2000 casas salesianas en unos 135 países de todo el mundo y que la presencia de los fieles en esa celebración era una manifestación del espíritu de unidad y comunión de la Congregación Salesiana. Luego, durante la homilía, señaló que Jesús supera las tentaciones respondiendo con firmeza al demonio, confiando en Dios Padre. Así, en el encuentro con la tentación, Jesús se convierte en modelo para no tengamos miedo, porque Él está ahí para ayudar; y exhortó a los fieles a emprender un verdadero camino de conversión interior durante la Cuaresma.
Tras un breve homenaje al ilustre huésped, el padre Martoglio animó un encuentro con la Familia Salesiana local. En su discurso, expresó su gran alegría por poder compartir ese momento con la Familia Salesiana y dijo que la ocasión era una manifestación de la realidad y del sentido de la Congregación y de la Iglesia, una expresión del espíritu de la Congregación Salesiana que es unión y comunión. Así, recordó, que cada grupo de la Familia Salesiana está invitado a vivir su fidelidad carismática al servicio de los jóvenes.
También respondió a tres preguntas, relativas a sus impresiones sobre la visita a la India, la condición de los jóvenes en el mundo y la evangelización. Sobre el primer tema, dijo que la India no es un país, sino un continente, con contextos y culturas diferentes. En respuesta a la segunda pregunta, expresó su alegría por la presencia de muchos niños en la India, algo inusual en Italia y en Europa; y luego explicó que entre los jóvenes del mundo hay algunas diversidades y al mismo tiempo muchas semejanzas: diversidades debidas a situaciones y contextos diferentes, pero semejanzas porque todos están llamados a la unión y a la comunión. Finalmente, sobre el último tema, el padre Martoglio reiteró que la evangelización es una responsabilidad pastoral salesiana importante, porque busca hacer presente a Dios entre los hombres.
En la tercera etapa de su larga jornada, el Vicario del Rector Mayor atravesó la selva de Jharkhand para llegar a Rurungkocha, hasta la presencia salesiana “Don Bosco Hesag”, cerca de Hatia. Recibido con una vigorosa danza al ritmo de los tambores y con los jóvenes de la tribu dispuestos en dos filas para saludarle, el P. Martoglio dijo que la presencia de la gente en Rurungkocha es una expresión del significado de la Congregación y un milagro del espíritu y de la misión salesiana. Por ello, dio las gracias al Inspector, a los Salesianos y a todos los educadores por educar a los jóvenes de esa remota localidad y proyectarlos hacia un futuro brillante.
La última parada del día fue en el campus de las Hijas de María Auxiliadora, donde, en su breve discurso, ilustró a las novicias sobre la riqueza y la belleza de la vocación salesiana, subrayando la necesidad de la vida consagrada en la India y la importancia de la oración para un sano camino vocacional.
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