Hace treinta años, lo que ahora es el barrio Don Bosco no era más que las periferias de Tirana: campo abierto y sin edificios. Así como el Centro Don Bosco en sí mismo era solo un gran espacio cerrado con más de 40 bunkers almacenados en su interior. Con el pasar de los años nació el barrio Don Bosco, una de las realidades habitacionales más conocidas y pobladas de Tirana, que cuenta con más de un millón de habitantes.
Donde antes sólo había búnkeres, ahora se levanta un gran y animado centro educativo: una escuela con casi 800 alumnos, un oratorio, una parroquia y un centro diurno para niños de la etnia gitana. En treinta años, muchos salesianos han hecho con su trabajo una contribución significativa al desarrollo de la tierra albanesa.
Por eso, el 31 de enero, fiesta del Santo de la Juventud, el Centro Don Bosco vivió un momento de acción de gracias y de reconocimiento por el bien realizado y que aún se realiza, junto a autoridades civiles y religiosas y miles de niños y jóvenes.
Por la mañana, en la ceremonia de aniversario estuvieron presentes numerosas autoridades civiles y eclesiales, entre ellos: la Ministra de Educación y Deportes, Sra. Evis Kushi y la Ministra de Economía y Finanzas, Sra. Delina Ibrahimaj, quien habló tanto como figura institucional que como madre de dos niños matriculados en la escuela.
Presentes también el Nuncio Apostólico, Mons. Luigi Bonazzi; el Arzobispo de la diócesis de Tirana-Durres, Mons. Arjan Dodaj; y el padre Michele Gentile, SDB, sacerdote que en 1993 presenció la colocación de las primeras piedras de la Obra Salesiana.
Tras las palabras de bienvenida del director del centro, padre Gino Martucci, en todas las intervenciones de los participantes se expresaron palabras de agradecimiento, aprecio y aliento por la labor que realizan los salesianos.
Particularmente alentadoras fueron las declaraciones de la Ministra Evis Kushi:
“Aquí en el Don Bosco no solo hay una institución educativa, sino un centro social donde los niños y jóvenes se educan con los mejores valores: el valor de la solidaridad, la paz, el diálogo, la colaboración. Son precisamente estos valores los que cada día, y cada vez más, son importantes y necesarios para las nuevas generaciones y para la sociedad en su conjunto. Vuestro logo habla de un hogar, un refugio que ofrece protección, cuidado, amor y calidez. Apenas entramos, el director del centro me dijo que nunca había habido aquí tantas personalidades importantes al mismo tiempo. No, las personas más importantes aquí son ustedes, no nosotros. (…) La fiesta de hoy es una fiesta comunitaria. Es para la institución, para los alumnos, para los padres, para los profesores, y ciertamente también para toda la comunidad. Y yo, como Ministra de Educación y Deporte, no solo les agradezco y felicito por el trabajo que han realizado durante todos estos años, sino que les aseguro todo mi apoyo, el mío y el de toda la institución que dirijo. Saludos a todos y disfrutemos del 30 aniversario del centro Don Bosco, que es un modelo de inspiración para todos”.
La jornada continuó bajo el lema de la alegría comunitaria, compuesta por muchos momentos significativos de los jóvenes de la escuela y por las actividades lúdicas en el oratorio, concluyendo con la Celebración Eucarística presidida por el Arzobispo de Tirana-Durres, Monseñor Dodaj.
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