El encuentro ha iniciado motivando el trabajo en red. Es necesario compartir valores y esfuerzos en el mundo de la innovación y tener una visión rigurosa de lo que supone el aprendizaje real y diario de cada alumno en el aula. Porque la Escuela salesiana no solo apuesta por la mejora del rendimiento académico y la profundidad educativo-pastoral, sino que debe convertir los espejos en ventanas, esto es, ayudar a los jóvenes a conocerse y formarse, para abrirse al futuro.
Además de entregar la Carta de Identidad de la Escuela Salesiana en 6 idiomas, se ha hecho una amplia reflexión sobre los resultados globales y por países basándose en los datos del Educobarómetro, que realiza un cuestionario de investigación con los miembros de los Equipos Directivos de las Escuelas y Centros FP de Europa.
Algunas conclusiones han sido debatidas, resultando que sería importante que los equipos directivos pudieran dedicar más tiempo a planificar y ayudar a los estudiantes y sus familias, reduciendo el tiempo dedicado a tareas organizativas y burocráticas. Por ello habría que plantearse la redistribución de funciones.
En segundo lugar, deberían diseñarse cursos de formación para facilitar el desarrollo de habilidades de liderazgo y coordinación de equipos, proyectos interdisciplinares, metodologías innovadoras, así como el bienestar emocional de los profesores. Para esto último, habría que fomentar reuniones, debates, comunicaciones e información que generen un clima de apoyo y confianza para el desarrollo personal y profesional de los docentes.
Así, el mensaje los grupos dirigentes ha indicado la necesidad de potenciar la identidad salesiana. Para ello podría ser un buen planteamiento vincular la identidad salesiana con algunas de las principales áreas de interés de los equipos directivos y docentes, como la innovación pedagógica, la inclusión educativa o el bienestar emocional.
En cambio la principal propuesta para mejorar la calidad de los centros educativos es lograr una enseñanza más activa, cooperativa y basada en proyectos.
De esta manera la educación inclusiva debe contar en gran medida con el apoyo de los equipos directivos, así como el acompañamiento de los alumnos y el cuidado de la relación con las familias.
Se ha recordado además, que se retomará más adelante la reunión de esta comisión con las FMA.