En el marco de la VEXCOB, el P. Hugo Orozco tuvo la oportunidad de reunirse con el Consejo Inspectorial, con todos los Delegados y responsables de sector, con los laicos corresponsables de la misión, con las 15 comunidades locales en donde sacó tiempo para reunirse con los colaboradores y los jóvenes destinatarios para conocer el plan de trabajo que se viene realizando actualmente en la Inspectoría y los desafíos que se deben  afrontar para que la misión salesiana pueda ser más efectiva entre los jóvenes, para fortalecer la identidad carismática y así verificar la puesta en marcha del Capítulo General 28.

Durante más de dos meses, el P Hugo Orozco realizó reuniones, audiencias, celebraciones y buenos días de acuerdo a la programación presentada. No se perdió ningún momento; con gran espíritu de apertura, sencillez y disponibilidad el Visitador estuvo abierto a todas las propuestas, pero sobre todo a dedicarse con empeño a escuchar a todos sus hermanos salesianos. La calidad humana del P. Hugo pudo ser comprobada en su capacidad de diálogo y de escucha.

Fascinado con la realidad pastoral de la Inspectoría en donde las personas y especialmente los jóvenes son su mayor riqueza, nuestro Visitador afirmó: “Lo primero que quiero compartir, es que me ha gustado mucho la manera de ser de las niñas, niños y jóvenes en Colombia, es fácil hacer amistad con ellos, su espontaneidad me divirtió mucho y en ocasiones, sanaron mi corazón.  Me queda en el corazón es su espontaneidad, su fácil capacitad de hacer amistad y su cariño a Don Bosco”. 

Resaltamos como un momento muy espacial durante su Visita de animación la eucaristía que presidió en Acción de Gracias por la canonización de San Artémides Zatti en el Santuario Nuestra Señora del Carmen, con la participación de La Familia salesiana y los jóvenes del MJS.

Nos queda en el corazón esta maravillosa experiencia. Agradecemos a Dios estos maravillosos días de acompañamiento. Su sencillez, su palabra oportuna, su fraternidad, sus indicaciones nos animan, nos llenan de esperanza para seguir adelante. Hemos comprobado que estamos en sintonía con la Congregación.

Nos queda claro, según sus palabras que “El reto más grande que tenemos es la misión y no hablo de los espacios físicos, sino de los espacios de amor.  Hay mucho Trabajo y debemos tener la capacidad de tomar decisiones que nos permitan siempre mantener vigente nuestra misión de amor”.  

El acto final de la Visita extraordinaria fue la reunión con la comunidad salesiana, un encuentro en el que comentó las grandes líneas de su informe final y evidenció su satisfacción por lo visto y vivido en la comunidad Inspectorial durante los días de su estancia.

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