Uaimori Tula es un lugar muy conocido en Timor Oriental por haber albergado a cientos de guerrilleros durante la guerra de independencia. Sin embargo, una vez logrado este objetivo, el lugar histórico parecía haber caído en el olvido. A pesar de ello, después de una larga espera los habitantes de Uaimori Tula, poco a poco, vieron el amanecer de una luz más brillante en su vida espiritual, gracias en particular a la persona del padre Eligio Locatelli, un misionero salesiano italiano presente desde 1064 en el país. Así, gracias a su incansable servicio a los pobres y necesitados, y a la solidaridad que recibió de muchas personas -solicitadas por él en primer lugar, incluidos durante mucho tiempo los hijos e hijas espirituales y exalumnos de Don Bosco- el proyecto esperado pudo realizarse.
La ceremonia de consagración tuvo lugar el domingo 2 de octubre, y desde el día anterior el padre Locatelli se encontraba en la localidad de Uaimori Tula para asistir a la llegada de los ilustres invitados: el Cardenal do Carmo da Silva, SDB; Mons. Marco Sprizzi, Encargado permanente por el Sumo Pontífice Papa Francisco, para las Nunciaturas Apostólicas en Malasia y Timor Este; el Superior de la Visitaduría "San Callisto Caravario" de Timor Este (TLS) padre Anacleto Pires, SDB; miembros del gobierno timorense; el embajador de Portugal en el país; numerosos sacerdotes diocesanos y salesianos; Exalumnos de Don Bosco y la población de Uaimori Tula.
La celebración se abrió con la salida de la procesión desde el exterior de la iglesia y la posterior bendición a la entrada de la imagen en el edificio, mientras parte de la numerosa asamblea tuvo que permanecer afuera durante toda la celebración, en un espacio especialmente habilitado.
A continuación, el cardenal salesiano celebró la solemne Eucaristía en el nuevo templo, dedicado a San Calixto Caravario, patrón de la Visitaduría, quien vivió dos años en el territorio del actual Timor Oriental. Antes de iniciar la liturgia eucarística, el cardenal realizó el tradicional rito de dedicación de una nueva iglesia: bendijo el altar con el óleo santo e incensó toda la iglesia. Al final de la Misa, el cardenal, los salesianos y todos los benefactores que permitieron la construcción del templo, en particular muchos Exalumnos de Don Bosco, recibieron palabras de agradecimiento de los líderes de la comunidad de Uaimori Tula. La jornada de celebración se completó con un momento de ágape fraterno.
El video de toda la celebración está disponible en YouTube.
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