Muchos han perdido todo lo que tenían. Aunque ninguna de las obras salesianas de la zona (Tanto en Perugia y en Terni) estuvieron implicados de manera directa a causa del terror sembrado por el sismo. “Fue una noche de miedo y sentimos de inmediato que el epicentro se realizó a pocos kilómetros de nosotros", comunicaba Susanna, una de las animadoras salesianas de Terni. “A pesar de que la ciudad no ha sido dañado, continúan los movimientos sísmicos. Entre el miedo y la pérdida de sueño con que nos sentimos ahora; nos encontramos impactados frente a la destrucción y a la muerte, y lo único que podemos es mantenernos unidos, y en contacto, sabiendo que nuestros familiares, amigos. Nos estamos organizando para ayudar a todos los que se encuentren en problemas”.
Estamos cerca a través de la oración a todos las personas, que estas noches dormirán fuera de casa. Estamos cerca de los heridos en los hospitales. Acompañamos a los familiares de las numerosas víctimas de esta tragedia. “Tan pronto como sea posible, la fundación realizará un balance para contribuir y aliviar los sufrimientos de las personas", concluyó el presidente.