La Fundación Rinaldi, la Oficina salesiana de Planificación y Desarrollo de Haití, se comprometió a recibir y distribuir el jabón. La primera donación se realizó el Día de la Madre para homenajear a todas las madres de la comunidad. De hecho, los salesianos decidieron dar prioridad a las madres para la primera distribución e incluyeron el jabón en las cestas de beneficencia que se distribuyeron en la iglesia. El jabón se utilizará para el lavado de manos, bañarse, lavado de ropa y vajilla, y otros usos.
Después de esta primera donación, el jabón fue entregado a niños y jóvenes que asisten a programas y escuelas salesianas, entre los cuales, Fondation Vincent, Don Bosco Lakay OPEPB (las Pequeñas Escuelas del padre Bohnen) y el Centro Diocesano Salesiano de Artes y Oficios.
"El acceso al jabón para la limpieza y la higiene adecuada es importante, ahora más que nunca", dijo el padre Gus Baek, Responsable de ‘Salesian Missions’ . "Apreciamos la donación de jabón por parte de 'Eco-Soap Bank' y estamos agradecidos por haber podido dárselo a las comunidades y a los centros salesianos. Esta donación contribuye a dignificar a los que servimos y a reducir las enfermedades", añadió.
Los misioneros salesianos comenzaron a trabajar en Haití en 1935, en respuesta a la solicitud del gobierno haitiano de instituir una escuela profesional. Desde entonces, los misioneros salesianos han ampliado su trabajo incluyendo 11 importantes centros educativos principales y más de 200 escuelas en todo el país.
Cada uno de los centros principales incluye una serie de escuelas primarias y secundarias, centros de formación profesional y otros programas para niños de la calle y jóvenes necesitados. Los programas salesianos están presentes en todo Haití, incluidas las ciudades de Port-au-Prince, Fort-Liberté, Cap-Haïtien, Les Cayes y Gressier. Hoy, los misioneros salesianos en Haití son la mayor fuente de educación no gubernamental, con escuelas que brindan educación a 25.500 estudiantes de primaria y secundaria.
Fuente: Salesian Missions