El tema propuesto por la OIT para el Día Mundial de este año es "Protección social universal para poner fin al trabajo infantil".
“Los sistemas gubernamentales de protección social -afirma la OIT- son fundamentales para combatir la pobreza y la vulnerabilidad, y para erradicar y prevenir el trabajo infantil. La protección social es tanto un derecho humano como una poderosa herramienta política para evitar que las familias recurran al trabajo infantil en tiempos de crisis”.
Según datos de la OIT, a principios de 2020 había aproximadamente 160 millones de menores -63 millones de niñas y 97 millones de niños- involucrados en el trabajo infantil, lo que equivale a casi 1 de cada 10 niños en todo el mundo. Hay millones de niños y jóvenes que -incluso cuando se ven obligados a trabajar sólo una parte del día- siguen privados de un tiempo útil para su educación, descanso, derecho de jugar... y que ven progresivamente restringidas sus perspectivas de vida.
En todo el mundo, los salesianos han lanzado programas y proyectos para sacar a los niños del trabajo, garantizarles educación y asegurar que sus necesidades básicas estén cubiertas.
Por ejemplo, en Benin hay cuatro centros “Foyer Don Bosco”: dos en Porto-Novo, uno en Cotonou y uno en Kandi. En estos centros los salesianos hospedan a jóvenes que han abandonado a sus familias por la pobreza u otros problemas graves y que intentan sobrevivir con algunos trabajos; menores que sus padres habían confiado a artesanos para que aprendieran un oficio, pero que en realidad eran tratados como esclavos; o menores que trabajan para ayudar a sus familias necesitadas.
Los Discípulos de Don Bosco les ofrecen a todos ellos en primer lugar asistencia psicológica para la colocación inicial, y luego también asistencia sanitaria, escucha, albergue, vestido, reinserción escolar y formación profesional. Algunos jóvenes estudian hasta la graduación, mientras que otros reciben formación profesional. Para todos comienza una nueva vida.
En Rango, Ruanda, los salesianos están ejecutando un programa conocido como "Ejo Heza", que en el idioma local significa "el mañana será mejor". Funciona desde 2020 para ayudar a los niños que sufren el trabajo infantil y que viven abandonados a su suerte en las calles de la ciudad. El proyecto prevé un primer contacto con los jóvenes y una invitación para acceder a la rehabilitación psicológica, educativa y social; luego continúa con caminos progresivos de confianza y empoderamiento; y culmina, en lo posible, con la reunificación familiar.
Finalmente, en India, el programa "Child Safety Net" implementado por "BREADS", la Oficina de Planificación y Desarrollo de la Inspectoría de Bangalore, es muy activo y solo entre julio de 2021 y enero de 2022 liberó del trabajo infantil a 127 menores. Se trata de niños y niñas de entre 11 y 18 años que se dedicaban a coser bolsos y gorras, teñir vestidos, cortar vidrio, estampar, fabricar papel, fabricar sillas de acero, alimentos y trabajos de construcción. Eran obligados a trabajar desde la mañana hasta altas horas de la noche en condiciones insalubres, tristes y asfixiantes, con poca o ninguna asistencia médica. Todas las operaciones de rescate se llevaron a cabo en colaboración con la policía local y los departamentos laborales.
Fuente: Misiones Salesianas
