En el exterior del instituto, el Presidente de Italia fue recibido con una pancarta con las palabras "Bienvenido Presidente". Mientras tanto, en el patio de la escuela cientos de alumnos, alineados en dos alas, hacían ondear las banderas tricolores de Italia y cantaban saludando al Presidente. Para dar la bienvenida a Mattarella, entre las diversas autoridades, se encontraba el Presidente de la Región Friuli-Venezia Giulia, Massimiliano Fedriga, el alcalde de la ciudad, Pietro Fontanini, el arzobispo de Udine, Mons. Andrea Bruno Mazzocato, y los responsables del instituto salesiano, encabezados por el Director de la obra, padre Lorenzo Teston.
Una vez que ingresó en el instituto y luego de un encuentro con los papás de Lorenzo Parelli, Mattarella fue acompañado a visitar las instalaciones del colegio, donde algunos jóvenes le mostraron los talleres y sus actividades diarias. “Cada vez que hay una nueva experiencia, se aprende más y más, y luego se domina maravillosamente todo el mecanismo”, dijo el Presidente, observando con admiración el trabajo que le mostró Marco, uno de los estudiantes.
Luego llegó el momento de los discursos oficiales, primero habló el joven Matteo Lorenzon, amigo y colega de Lorenzo Parelli, recordando a su compañero de clase fallecido prematuramente, señalando su competencia en el estudio, humanidad y entusiasmo, tanto en la escuela como, más aún, en la experiencia que realizaba en la empresa.
“Lo lindo de nuestra escuela – dijo el joven – es que, además de estudiar en clase para aprender materias clásicas y de la profesión, nos permite aprender con las manos y trabajar para poner en práctica lo que leemos en los libros, para que así tengamos una gran pasión por lo que hacemos. Pasión que también tenía Lorenzo”.
Siempre el joven Matteo Lorenzon, después de recordar la calidad humana y el compromiso de su amigo fallecido, concluyó: "Querido presidente, le agradezco porque Ud. como Don Bosco, siempre lleva a los jóvenes en su corazón".
Por su parte, el Presidente de la República quiso manifestar de inmediato la cercanía y participación en el dolor de la familia de Lorenzo, y señaló que en el caso de Lorenzo Parelli “lo que no puede pasar, lo que no debe pasar, sucedió”.
Poco después, tras recordar que "la seguridad en el trabajo es un derecho" y que "garantizarla es un deber imperativo", reiteró que esta exigencia fundamental estará en el centro de la ceremonia de pasado mañana, el Primero de Mayo, en el Palacio de Gobierno, el Quirinale. “Pero este año adelantamos la celebración del Día del Trabajo aquí, en homenaje a Lorenzo y de todos aquellos que han perdido la vida en el ámbito laboral, para que quede bien claro que no se trata de una recurrencia ritual, abstracta, sino de una oportunidad para recordar y reflexionar concretamente sobre las condiciones del derecho constitucional al trabajo”.
La mirada del Presidente luego abordó el tema del acceso de los jóvenes al trabajo: “Cuando se trata del derecho al trabajo, los derechos laborales, los derechos en el lugar de trabajo, los jóvenes muchas veces no están en el centro de las preocupaciones. Y, cuando es así, se trata de una actitud equivocada…”, declaró.
Por eso, prosiguió, “los itinerarios que acompañan a los jóvenes a ingresar al mundo laboral son apreciables”; y añadió que “acortar la distancia entre los jóvenes y el trabajo es una condición indispensable para el desarrollo y la sostenibilidad de todo el país, especialmente ante una crisis demográfica que ha reducido significativamente la presencia de jóvenes en las comunidades”.
En este sentido, no faltó un reconocimiento explícito del instituto salesiano: “Experiencias como ésta en la que nos encontramos, Bearzi, son un instrumento de fuerte contraste con el abandono escolar prematuro y muchas veces, favorecen la consecución de un estudio secundario superior”.
Pensando entonces en los diversos desafíos actuales, desde la guerra en Europa hasta la recuperación de la post-pandemia, pasando por la transición ecológica, Mattarella observó que "los jóvenes piden opciones con visión de futuro, que es necesario atender".
Destacó el valor fundamental del trabajo, como lo indica la Constitución italiana y del bien común, y reiteró que "Italia ha demostrado en los últimos meses que posee las cualidades morales para no confundirse, no dejarse distraer de su propio camino y por sus propios valores".
Finalmente, a los niños, docentes y a todos los presentes, deseó: “Buen trabajo en los días de hoy. Buena preparación para el trabajo de mañana”.
