El encuentro comenzó con un vídeo que mostraba el trabajo que han realizado los animadores voluntarios del centro juvenil.
Dos niñas que no pudieron estar presentes en la reunión enviaron un breve video, cada una, para transmitir sus saludos al padre Coelho, quien estaba feliz de conversar con los jóvenes. Por su parte, los chicos y chicas se presentaron y explicaron que algunos vienen de lejos para participar en las actividades del centro juvenil, y comentaron lo qué más les fascina del oratorio de Senglea.
Los salesianos llegaron a dicha ciudad hace sólo trece años, pero el oratorio -señalaron los jóvenes- completa la formación que han recibido a través de la educación formal y les ofrece oportunidades calificadas para una sana socialización.
El oratorio también les permite ir más allá y participar en iniciativas de advogacy en diferentes temas, como el cuidado de la creación y los derechos de los niños. El oratorio también apoyó a algunos de los jóvenes para que participen activamente en eventos locales, nacionales y europeos, representando a la juventud maltesa y salesiana, y el oratorio fue elegido para ser "portavoz" de las palabras del Arzobispo de Malta, Mons. Charles Scicluna, en temas de juventud. Otros jóvenes compartieron con el Consejero General cómo la oratoria les ayudó a discernir y desarrollar sus opciones de carrera, deportes y en términos de educación.
El oratorio también le permitió a muchos de ellos participar en pasantías para estudiantes y programas de trabajo, y algunos jóvenes relataron las iniciativas en las que colaboraron, a través de las cuales llegaron a los niños y jóvenes más pobres, enseñándoles, por ejemplo, programación informática, o en las que lucharon para combatir la discriminación. Finalmente, consideraron que el oratorio es y puede ser siempre un lugar donde todos los jóvenes, independientemente de su camino anterior, puedan sentirse en casa, tener amigos y ser acompañados en la vida, expresando que por todo ello están agradecidos con Don Bosco.
Al final, le entregaron un regalo al padre Coelho, como gesto de agradecimiento y se tomaron una foto de grupo para recordar este encuentro.
Don Antoine Farrugia, SDB.
