La pandemia ha vuelto a protagonizar el trabajo de “Misiones Salesianas” durante el año pasado, pero sobre todo el día a día de millones de personas que nunca pensaron que, con sus escasos recursos, su situación podría empeorar. En muchos lugares ha habido nuevos confinamientos y toques de queda, los menores y los jóvenes han continuado sin poder ir al colegio y las vacunas acaban no llegando a los países del sur.
Pero a pesar de todas las dificultades, los salesianos han seguido al lado de los más desfavorecidos ofreciendo todo tipo de ayuda (alimentos, kits sanitarios…), acompañamiento personal y espiritual y, sobre todo, esperanza.
En este nuevo año seguirán ayudando a paliar las consecuencias de la pandemia, pero también rescatando a niños y niñas de las calles, salvando a menores del tráfico y de la prostitución, impidiendo matrimonios tempranos, rehabilitando y reinsertando a menores desvinculados de conflictos armados, ayudando a los menores que cumplen condenas en cárceles de adultos, cuidando a los menores huérfanos, protegiendo y acompañando a los migrantes y a los refugiados, evangelizando + también a través del trabajo diario y el desarrollo humano… pero sobre todo, ofreciendo la oportunidad de una educación y de aprender un oficio a todos aquellos que deciden cambiar sus vidas tras encontrarse con Don Bosco.
Las obras salesianas son espacios seguros de ocio para el desarrollo integral de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes consiguen las herramientas para convertirse en protagonistas de sus vidas con un futuro lleno de oportunidades.
“Es el segundo año que a los Reyes Magos, además de pedirles que ningún niño se quede sin juguetes, les pidamos salud y que todos los menores puedan disfrutar del cariño de una familia, de un hogar y de poder ir a la escuela” afirman desde la Procura Misionera salesiana.
“Nuestros deseos para el nuevo año -añaden- son a la vez propósitos y compromisos con los más necesitados. A pesar de la pandemia, de las guerras, del hambre, de las sequías y de las desigualdades, nuestros objetivos principales continúan siendo la salud y el acceso a la educación”.
Millones de personas en el mundo se sienten reconfortadas gracias al trabajo de los misioneros salesianos. Y para ellos, la generosidad de miles de personas es la providencia diaria que hace posible el milagro de poder atender, cuidar y educar a quienes más lo necesitan.
Fuente: Misiones Salesianas