Los últimos meses han sido particularmente difíciles para todos, debido a la pandemia, e incluso la sociedad civil no ha tenido la oportunidad de acceder a los espacios de la ONU, luego de que esta última suspendiera las reuniones en presencia a partir del 10 de marzo de 2020. En octubre, la Cámara del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas reabrió sus puertas para reuniones presenciales, pero pronto tuvo que cerrarlas nuevamente, luego de que miembros de una delegación dieron positivos al Covid-19.
Por ello, el presidente del 75º período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, Volkan Bozkir, quiso elevar el perfil de la ONU a nivel mundial, argumentando que de lo contrario la crisis desencadenada por el Covid-19 habría ocultado a la institución de la vista del público.
Así, aunque los Estados miembros y el personal de la ONU han tenido acceso a las instalaciones en los últimos meses, la sociedad civil no ha podido hacer lo mismo. Precisamente por eso, el 17 de noviembre seguirá siendo una fecha memorable para todos aquellos que pudieron participar en el “Town Hall Meeting”.
Su Excelencia Abdulla Shahid describió su visión para su “Presidencia de la Esperanza”: “Este es un mundo que necesita unidad y solidaridad; un mundo que se tambalea a raíz de una pandemia que ha devastado vidas, destruido economías y comunidades privadas -subrayó-. Este es un mundo lleno de desigualdad e injusticia; un mundo que ignora las demandas de nuestro planeta y de los más vulnerables. Este es un mundo que necesita que las Naciones Unidas sean más fuertes y más eficaces, para reunir lo mejor de la humanidad, reconstruir comunidades, salvar el planeta, recuperar economías y restaurar la esperanza".
Para abordar esta crisis y hacer de su presidencia un mandato de esperanza, esbozó "cinco rayos de esperanza": Curación de la enfermedad del coronavirus; reconstruir de manera sostenible; responder a las necesidades del planeta; respetar los derechos de todos; revitalizar a las Naciones Unidas.
A continuación, el Presidente respondió abierta y seriamente a las preguntas planteadas por la sociedad civil, hablando con el corazón, en un lenguaje sencillo, pero con la profundidad y la pasión de un soñador. Cuando se le preguntó cómo le gustaría que la historia lo recuerde cuando termine su mandato y su trabajo, Su Excelencia Abdulla Shahid respondió: “Como un hombrecito, que hizo pequeñas cosas, para hacer pequeños cambios, para hacer de este mundo un lugar mejor, un lugar de esperanza”.
"Como salesianos, en este momento, con el final del año, el Rector Mayor nos exhorta a vivir 'Movidos por la esperanza'", comentó el padre Pallithanam, Representante de la Congregación Salesiana en las Naciones Unidas (ONU).