En un año de vida, la Casa Museo Don Bosco, ubicada en la cuna salesiana de Valdocco, no solo presentó la vida de Don Bosco a los numerosos peregrinos y visitantes; sino que también ha recibido exposiciones temporales, ha realizado actividades lúdicas y educativas, ha participado en proyectos para contar el arte y los museos a través de las voces de las mujeres y hombres que han sido protagonistas. Además ha pasado a formar parte del circuito de Suscripción de Museos del Piemonte Valle de Aosta. Aún hoy, las múltiples iniciativas continúan recogiendo la sensibilidad cultural de hoy, como lo hizo Don Bosco; sin olvidar su carácter salesiano, como también atestigua la exposición sobre Don Pablo Albera, II Sucesor de Don Bosco al frente de la Congregación, inaugurada el pasado mes de enero, con motivo del centenario de su muerte y todavía en curso.

Inaugurada durante la pandemia del Covid-19, la Casa Museo Don Bosco supo de inmediato adaptarse a las necesidades del momento: de hecho, cuando las medidas restrictivas impuestas por las autoridades italianas exigieron el cierre de los espacios del museo al público, quedó abierto “en online", ofreciendo a los visitantes digitales de todo el mundo una presentación de sus más de 4.000 metros cuadrados de pabellones, repartidos en tres plantas.

Recientemente, el 8 de septiembre, se completó la instalación de la Casa Museo Don Bosco con la apertura de las dos últimas salas dedicadas a los Santos, Beatos, Venerables y Siervos de Dios de la Familia Salesiana. Se dedicó un espacio privilegiado a Santa María Domenica Mazzarello, cofundadora de las Hijas de María Auxiliadora, con quien Don Bosco entendió que podía llevar a cabo su gran sueño para las niñas; pero además son más de 30 vitrinas que contienen reliquias y objetos, recogidos con la aportación de la Familia Salesiana de todo el mundo, pertenecidos a los diversos intérpretes del carisma de Don Bosco. Van desde los mártires de la década de 1900, como los cinco jóvenes oratorianos polacos de Poznan, Polonia; o el beato José Calasanz, Enrico Saíz Aparicio y sus 93 compañeros, asesinados durante la Guerra Civil Española; o el padre Rodolfo Lunkenbein y Simão Bororo, que pagaron con su vida el trabajo de evangelización y promoción social entre los pueblos indígenas de Brasil - hasta los testigos más recientes, cuyo camino hacia los altares recién comienza, como el padre Luis Bolla misionero en América Latina, o el sacerdote "en salida" padre Silvio Galli.

La Casa Museo Don Bosco, con visita gratuita, quiere así seguir siendo un espacio de exposición y reflexión, que recoja los deseos y sensibilidades de todos aquellos que buscan el sentido más profundo de la existencia.

Para más informaciones: https://museocasadonbosco.org/ 

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