Sin embargo este fin de semana la violencia se apoderó de la capital Juba y la misión ha recibido tan sólo entre el sábado y el domingo más de mil personas, y el número va en aumento. Los Salesianos informan que fuera de la ciudad se escuchan constantemente ruidos de disparos y explosiones.
A las 3000 mujeres y niños que están recibiendo asistencia en la misión desde hace más de un año, se siguen sumando grupos de personas y familias completas; la gente está siendo acomodada en salones de clase y en la Capilla de la misión. En el lugar están solamente los Salesianos y voluntarios que trabajan en la misión.
Las personas buscan en la casa salesiana seguridad, ellos creen que la presencia de religiosos y de los voluntarios extranjeros impedirá que los bandos en conflicto ataquen el lugar. Esta mañana el director de la misión refiriéndose a la situación expresa: “la situación está muy mal, tememos por sus vidas, nos gustaría ayudarles, pero es muy difícil encontrar un camino… Queremos paz pero aquí no vemos más que muerte y destrucción…”.