En los días previos a la clausura de la Visita Extraordinaria, el padre Romero visitó la comunidad educativa de Jaboatão dos Guararapes, que incluye un instituto, una basílica dedicada a María Auxiliadora y una casa de ejercicios.
Recibido el lunes 12 de mayo por los alumnos y la directora, la Dra. Elisângela Mendes, el salesiano se reunió luego con el Equipo Pastoral Pedagógico y después procedió a un encuentro con toda la Comunidad Pastoral Educativa, durante el cual además de escuchar a sus interlocutores con el corazón abierto, entregó el Proyecto Educativo Pastoral Salesiano. La jornada se completó con la reunión para los miembros de la animación litúrgica de la basílica y de la Asociación de María Auxiliadora.
Tras su llegada a Recife, el padre Romero se reunió online con los Rectores, párrocos y otros Salesianos de la Inspectoría, en total con 42 personas, para comunicar sus impresiones y orientaciones de la visita.
El Consejero Regional inició ilustrando su visión global de la Inspectoría después de casi 3 meses de estar allí. Posteriormente se puso a disposición para responder a las múltiples y variadas preguntas de sus cohermanos, que fueron desde sus impresiones sobre la santidad del padre Cicerón Romao Batista (1844-1934), hasta el discernimiento y las consultas para el nombramiento del próximo Inspector; de la relación de las parroquias confiadas a los salesianos con las diócesis y con la Inspectoría, a la realidad del Movimiento "Comunidade de Jovens Cristãos".
Finalmente, el martes 18 de mayo, el padre Romero se reunió con todos los miembros del Consejo Inspectorial de BRE para presentar en detalle todo lo que encontraba bueno, lo que podría mejorarse en los distintos sectores de la animación inspectorial, y para ofrecer orientaciones para cada obra salesiana.
Entre los puntos fuertes que enumeró: la popularidad del Inspector, la variedad de presencias salesianas, la creatividad y el celo misionero, un laicado formado y profesional, la organización de la pastoral juvenil, el acompañamiento en las escuelas, el esfuerzo del sector de la Comunicación Social y de la Pastoral Vocacional, y los campamentos de verano con estilo oratoriano y misionero.
Destacó también el buen número de vocaciones y de salesianos jóvenes, el cuidado de la formación inicial, los esfuerzos para garantizar la autosuficiencia, el servicio compartido y la variedad de grupos de la Familia Salesiana.
Entre los principales desafíos para cumplir indicó: la participación de los Directores en la animación inspectorial, el discernimiento y la decisión final sobre el cuidado de los religiosos ancianos, la necesidad de un proyecto misionero definitivo en Oeiras (PI), una mayor articulación de la pastoral con el sector escolar, y favorecer la formación de nuevos grupos juveniles en la espiritualidad salesiana.
