El volcán no había entrado en erupción desde hace más de 19 años. La última se registró el 17 de enero de 2002, cuando mató a más de 100 personas y cubrió casi toda la parte oriental de Goma con lava. Recordando la devastación de esa circunstancia, miles de personas huyeron de sus hogares, refugiándose en Gisenyi, en la vecina Ruanda, o en Sake, a 25 km de distancia, en la República Democrática del Congo. Según Unicef, la erupción del pasado sábado ha provocado hasta el momento la muerte de 15 personas, además de 159 niños que seguían desaparecidos hasta el pasado lunes.
La erupción también afectó directamente la presencia de la Familia Salesiana en la ciudad. Hacia las 23.30 horas los salesianos, las Hermanas Salvatorianas y las Hijas de María Auxiliadora tuvieron que evacuar del complejo con los medios a disposición, a todos los niños del orfanato "Maison Ushindi" y a los jóvenes residentes del "Instituto" San Kizito.
“Ocurrió un milagro, porque el flujo de lava del volcán cercano se detuvo a pocos metros del Centro Don Bosco Ngangi”, comentaron los hijos de Don Bosco.
Hoy el Centro Juvenil Don Bosco Ngangi hospeda a casi 250 niños en dos lugares de tránsito: la "Maison Maman Marguerite" con unas 135 niñas y niños pequeños, y la "Maison Gahinja" con aproximadamente 95 niños y niños, desde bebés hasta los de 19 años. Las condiciones en las que se alojan a estos niños son precarias. No hay agua, no hay electricidad, ni espacio para jugar y tampoco hay suficiente comida. "¡Uno se pregunta cuánto durará esta situación!" se preguntan los Salesianos de Goma.
Los jóvenes que viven en las obras de Don Bosco esperan encontrar una ayuda urgente de los salesianos. Sus familias desean poder empezar de nuevo y confían en las intervenciones humanitarias de emergencia. Sin olvidar que además de los muertos, los heridos, los desaparecidos y los desplazados, también hay que contar los daños a las cientos de casas y bienes reducidos a cenizas.
La erupción del volcán Nyiragongo representa un desastre más en una región ya probada por la reciente epidemia de Ébola, la pandemia Covid-19, las matanzas indiscriminadas del mes pasado (Ngangi, Majengo, Turunga y Buhene) ..., y los actuales movimientos telúricos de asentamiento que siguen asustando a los habitantes de las ciudades, especialmente a los niños pequeños y a otras personas vulnerables.
Ante esta nueva situación de penuria, los Salesianos de Don Bosco de la comunidad de Ngangi-Goma lanzan un conmovedor llamamiento a las personas de buena voluntad para que acudan en ayuda de los niños y jóvenes vulnerables bajo su responsabilidad, y de las numerosas familias que afectadas por el desastre llaman constantemente a sus puertas.
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