El mensaje del cardenal salesiano, que también es presidente de la Federación de Conferencias de Obispos Católicos de Asia (FABC), continúa desde su corazón: “Las matanzas deben cesar de inmediato. Hay tantas muertes. La sangre derramada no es sangre de enemigos, es la sangre de nuestros hermanos y hermanas, de nuestros ciudadanos. Somos una nación que ha seguido un sueño. Nuestros jóvenes vivieron en la esperanza. No nos convirtamos en una nación de insensatas desilusiones; dejen de asesinar; detengan la violencia; abandonen el camino de las atrocidades; permitan que todos los inocentes sean liberados. Son nuestra gente”.
A continuación, el texto da a conocer el mensaje que escribió el secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, para reiterar el mensaje de cercanía, oración y solidaridad del Papa Francisco a Myanmar. En particular, el mensaje de la Santa Sede "anima a la Iglesia a comprometerse con el proceso de paz", "reafirma la solidaridad fraterna del Papa con todo el pueblo de Myanmar", y expresa "en su nombre, los sentimientos de solidaridad con el pueblo de Myanmar".
El Secretario de Estado del Vaticano "pidió que la Iglesia de Myanmar transmita la preocupación y el amor del Papa por esta nación". Y teniendo en cuenta los sentimientos del Santo Padre, informa el Cardenal Bo, su eminencia Parolín “anima a los líderes de la Iglesia de Myanmar a reunirse con el General Min Aung Hlaing, con la líder San Suu Kyi, con los otros líderes civiles y religiosos la sociedad y con quienes participan en las protestas civiles” para buscar un camino de paz.
“La paz es posible; la paz es el único camino. El secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin, pide a toda la comunidad católica de Myanmar que no escatimen esfuerzos en esta dirección”, concluye el cardenal salesiano.
La carta del arzobispo de Yangon, publicada el domingo 14 de marzo, fue seguida al día siguiente por un mensaje en vídeo que el propio cardenal difundió con motivo de la Jornada de oración por Myanmar lanzada por la ONG "Christian Solidarity Worldwide". En esta otra ocasión, el prelado describió "con profundo dolor" la situación del país que "regresó repentinamente a la pesadilla de la represión militar, a la brutalidad, a la violencia y a la dictadura".
En cambio elogió "la increíble valentía, compromiso y creatividad de nuestro pueblo", que manifiesta de forma pacífica, dando "un signo de madurez": "Los jóvenes y todos los ciudadanos..., no acepten que les roben la esperanza. Su fortaleza de ánimo es una gran inspiración para todos nosotros".