Lima, Perú– octubre 2020 - Dos años atrás los salesianos de Perú decidieron instituir una casa de hospedaje para los jóvenes refugiados venezolanos que sobrevivían a mala pena en las calles de Lima. Por ello hace pocos días fue celebrada una jornada de agradecimiento a Dios por los primeros dos años de actividad. Se recuerda además que en el mismo espíritu de atención hacia los más vulnerables, el superior de la Inspectoría de Perú, el padre Manuel Cayo, y su Consejo, decidieron después del inicio de la pandemia, poner a disposición el patio principal de la casa de la Inspectoría para recibir a los necesitados hasta que la emergencia concluya.