El cardenal Bo fue invitado para hablar de su país, Myanmar, a los Parlamentarios Europeos de diferentes partidos políticos, en una conferencia organizada por “Ayuda a la Iglesia Necesitada”, “Missio”, “Christian Solidarity Worldwide” y la COMECE .
“Somos el pueblo de la resurrección, un nuevo amanecer nace para nosotros. Hay esperanza en Myanmar”, dijo el cardenal. Sin embargo, no dejó de advertir los retos actuales que enfrenta el país: la necesidad de fortalecer la democracia, la protección y promoción de los derechos humanos, la lucha contra la pobreza en el sistema de la educación, la prevención de conflictos étnicos y religiosos, la promoción de la justicia, el diálogo y la reconciliación.
Particularmente es preocupante la difícil situación de los Rohingya - una minoría de fe musulmana - que está bajo una creciente represión y que ahora está amenazado por una nueva ley en discusión en el Parlamento, que dividiría a los ciudadanos de acuerdo a perfiles étnicos y religiosos, y que podría resultar un verdadero rechazo.
El cardenal Bo subrayó que para superar todos los retos que tenemos por delante, Myanmar necesita el apoyo de la UE y la comunidad internacional. Y en este contexto recordó también cómo la Iglesia católica en el país es muy activo en la promoción de la paz y de la reconciliación a través del diálogo y del apoyo a la igualdad de los ciudadanos y a la igualdad de derechos para todos.