Piura, ciudad peruana del norte del Perú, es la tercera por el número de contagios y de muertos debido al coronavirus. Durante la primera fase de la epidemia muchas personas se acercaron a las puertas de la Escuela Salesiana de Don Bosco, siempre en Piura, para solicitar ayuda en géneros alimentarios. La respuesta de los salesianos no se hizo esperar e inició desde los oratorios la operación de apoyo a las poblaciones más vulnerables, destinada a ayudar a las familias de los niños que pasaron la cuarentena en casa, llegando así a lugares en donde nadie se aventuraba, por miedo, precaución y rechazo.
Los salesianos de Piura, guiados por don Angel Carbajal, director del centro y por don Pedro Da Silva, animador pastoral, llegaron en la periferia hasta el enorme basural del distrito de Castilla, donde muchas familias viven en medio a la basura unas especies de carpas, recogiendo plástico y cartón.
Al ver las imágenes del basurero viene un pensamiento: ¿Será peligroso ir a un lugar de este tipo? Don Carbajal no se puso el problema: "Hice lo que hubiera hecho Don Bosco. Es la caridad pastoral en todo su esplendor, es el impulso apostólico que nos lleva a ir hacia quien tiene necesidad de nosotros".
En Perú falta el agua corriente en muchas casas y las heladeras son un lujo, para no hablar de la situación en la que viven las comunidades indígenas, una de las minorías más descuidadas por las medidas de apoyo.
La presencia salesiana en Perú está activa en las regiones de la costa, de los Andes y en la selva y cada comunidad está muy atenta a las situaciones de vulnerabilidad presentes en las zonas más difíciles del país.
En esta compleja situación el objetivo de la misión es dar asistencia a través de un apoyo alimentario y sanitario a unas cien familias necesitadas en la zona de la selva.
Los Hijos de Don Bosco de la Región amazónica de Loreto, están organizando la entrega de cien cestos con alimentos, artículos sanitarios, productos para la limpieza, dispositivos sanitarios y de protección personal, destinados a las familias que viven en la zona de San Lorenzo, en la selva peruana.
Fuente: Missioni Don Bosco