Empeñados en difundir la vida y obra del sacerdote Jaime Rodríguez Forero SBD como un ejemplo de vocación sacerdotal, en diciembre de 2009 se crea la “Fundación Padre Jaime”, que además se encarga de promocionar y apoyar en sus estudios teológicos a religiosos salesianos que se preparan para el sacerdocio. El P. Jaime Rodríguez centró su vida sacerdotal en la Eucaristía y en la acción pastoral. Además, fue profesor e investigador en campos como la Teología, la Sociología y la Bioética.
En la búsqueda de referentes -y también como una forma de animarlos a seguir predicando con el corazón- en 2017 se crea este concurso en el que la comunidad salesiana elige a los religiosos que comparten características especiales del Padre Jaime, en diferentes facetas de su sacerdocio. En 2017 fue premiado el P. Tomás Jordán por el acompañamiento a los enfermos. En 2018 el P. Jorge Atarama por su aporte a la historia salesiana en Perú, y en 2019 al P. Alejandro Moreno, por el aporte pastoral.
Durante el encuentro, el P. Martín Pongutá, sacerdote salesiano de la Inspectoría San Pedro Claver destacó la premiación otorgada al obispo por la cercanía que muestra a la hora de compartir el Evangelio. “Muy pedagógicamente nos ha presentado el método para preparar la predicación como un modo de vivir cerca de la misión que el Señor nos encarga”.
Por su parte, el obispo auxiliar de la arquidiócesis de Santiago, agradeció la invitación al encuentro que catalogó como “hermoso y significativo para encontrarnos como familia salesiana”. El sacerdote destacó además la concordancia del premio con el Evangelio del 12 de julio, que justamente invitaba a reflexionar sobre el mensaje de Dios. “Es necesario sembrar esta palabra y poner la semilla en el terreno bueno. El primer terreno bueno somos cada uno de nosotros. Si esa palabra llega y dentro de nosotros es capaz de fructificar, entonces el anuncio es poder hacer vida y comunicar lo que el Señor nos dice”. afirmó.
El encuentro finalizó con una serenata presentada por los músicos locales Liliana Rodríguez y Diego Martínez, y la entrega simbólica de una moneda de 6 centímetros forjada por el maestro orfebre y exalumno salesiano, Jaime León. Las palabras finales las tuvo Rosemary León Buitrago, fundadora de la organización, quien pidió “cuiden de sus sacerdotes”.