“El proyecto ‘Estate Ragazzi’ nace como una iniciativa del Gobierno de la Ciudad del Vaticano para satisfacer las necesidades de los padres y madres que trabajan aquí - explica el salesiano P. Franco Fontana, Director de la comunidad salesiana del Vaticano y capellán de la Gendarmería y de los Museos Vaticanos - Nunca como este año, después de meses en los que las familias se han visto obligadas a quedarse en casa, los padres tendrán la necesidad de confiar sus hijos a personas de confianza que sepan devolverles la esperanza, el entusiasmo y educar a sus hijos con seguridad”.
Debido al Covid-19, el número será más limitado que el proyecto inicial. Sin embargo, será posible inscribir hasta 100 niños y jóvenes, por grupos de edad (de 5 a 7 años, de 8 a 10 y de 11 a 14). El oratorio de verano comenzará el 6 de julio y durará hasta el 31 de julio, desde las 7:30 hasta las 18:00. - Solo el viernes, hasta las 14:00. Y como en miles de otros oratorios alrededor del mundo, ya hay un programa detallado que marcará el día del muchscho, dividido entre momentos de socialización, natación en la piscina, tenis, fútbol y juegos de baloncesto, toboganes inflables, desafíos de ping-pong en el Salón Pablo VI, pero también visitas guiadas a los Jardines del Vaticano y momentos de oración.
El tema elegido para este año será “Felicidad y Bienaventuranzas”, tema que se articulará como un recorrido educativo-pedagógico a través de una historia convincente ambientada en el mundo del deporte: de esta manera se podrá hablar de la importancia de la verdadera felicidad como meta y estilo de vida para todos y a todas las edades.
Junto con los Salesianos y para organizar el oratorio de verano se trabajará con la asociación “Tutti in una festa”. Y obviamente se dedicará mucha atención a las medidas de emergencia del Covid-19: el Verano de los Muchachos tendrá lugar, "en espacios dedicados y equipados”. Se han identificado varias áreas donde los muchachos podrán socializar, practicar deportes al aire libre, jugar sin renunciar a las actividades educativas propias de un oratorio” explica el P. Fontana. Los chicos y chicas del Oratorio de Verano del Vaticano también ocuparán la gran sala de audiencias, aún sin usar durante esas semanas, que se convertirá en un lugar de encuentro, oración y socialización.
“Estamos seguros de que esta iniciativa -concluyeron el P. Fontana y Pasquale Acunzo, miembro de la asociación “Tutti in una festa”- puede dar a los muchachos una maravillosa oportunidad de vivir juntos y redescubrir la belleza de la vida comunitaria, que es la experiencia de ser Iglesia”.