En su carta, el Coordinador Mundial de los SSCC indica cuántos de los desafíos de esta era de emergencia se refieren a los compromisos asumidos en el Congreso de los SSCC en Roma el 2018.
“Prestemos atención a las familias, comenzando por las nuestras, siendo portadores de esperanza para aquellos que viven cerca de nosotros; preocupándonos por si tienen lo necesario para vivir, porque puede que haya familias donde no hay trabajo. Preocupémonos por los ancianos, los enfermos, haciéndoles sentir nuestra presencia de la forma que cada uno puede mejor hacerlo”. Para ellos, en particular, se trata de infundir esperanza, testificando verdaderamente que “todo irá bien”.
Sin olvidar la atención a los Salesianos Cooperadores en sus propios centros y a los demás miembros de la Familia Salesiana, invita a estar cerca a los que han sufrido luto por esta pandemia.
Incluso en esta etapa, la creatividad salesiana tiene que dar respuestas y los medios de comunicación actuales ofrecen muchos recursos. El tiempo en la propia casa es un momento apropiado para “rezar, formarse, mantener vivas las relaciones, incluso solo por teléfono. Incluso para testimoniar, en cumplimiento de las normas impuestas, la voluntad de ser “Buenos cristianos y honrados ciudadanos”.
Mirando la inminente Pascua, el Sr. Boccia concluye: “El entusiasmo, la alegría, la esperanza, que en estos momentos podemos dar, se basa en la certeza de que el Señor no nos abandona. Él, que pasó por la cruz del Viernes Santo, continúa diciéndonos que después llega el Domingo de Resurrección”.