1. "Tengan el coraje de sustituir los miedos por los sueños. Sustituyan los miedos por los sueños, ¡no sean administradores de miedos, sino emprendedores de sueños!"
2. "En la Iglesia, ninguno sobra. Ninguno está de más. Hay espacio para todos. Así como somos. Todos. Y eso Jesús lo dice claramente. Cuando manda a los apóstoles a llamar para el banquete de ese señor que lo había preparado, dice: "Vayan y traigan a todos", jóvenes y viejos, sanos, enfermos, justos y pecadores. ¡Todos, todos, todos! En la Iglesia hay lugar para todos. "Padre, pero yo soy un desgraciado, soy una desgraciada, ¿hay lugar para mí?". ¡Hay lugar para todos! Todos juntos, cada uno, en su lengua repita conmigo: Todos, todos, todos."
3. "No hemos sido llamados automáticamente, hemos sido llamados por nuestro nombre. Pensemos en esto: Jesús me llamó por mi nombre. Son palabras escritas en el corazón".
4. "Que sean días en los que fijemos en nuestro corazón que somos amados como somos, no como nos gustaría ser: como somos ahora. Este es el punto de partida de la JMJ, pero sobre todo el punto de partida de la vida. Chicos y chicas: ¡que nos amen como somos, sin maquillajes!".
5. "La única manera, la única situación en la que está permitido mirar a una persona por encima del hombro es... lo que quieras..., fuerte: para ayudarle a levantarse".
6. "La alegría de María es doble: acababa de recibir el anuncio del Ángel de que recibiría al Redentor, y también la noticia de que su prima estaba embarazada. Por eso es interesante: en vez de pensar en sí misma, piensa en la otra. ¿Por qué? Porque la alegría es misionera, la alegría no es para uno, es para llevar algo."
7. "En la vida, nada es gratis, todo se paga. Solo una cosa es gratis: ¡el amor de Jesús! Así que, con esto gratis que tenemos -el amor de Jesús- y con ganas de caminar, caminemos con esperanza, miremos a nuestras raíces y sigamos adelante, sin miedo. No tengan miedo".
8. "No nos volvemos luminosos cuando exhibimos una imagen perfecta, bien ordenada, bien acabada, no; ni tampoco si nos sentimos fuertes y exitosos, fuertes y exitosos, pero no luminosos. Nos volvemos luminosos, brillamos cuando, aceptando a Jesús, aprendemos a amar como Él."
9. "El que ama no se queda de brazos cruzados, el que ama sirve, el que ama corre a servir, corre a comprometerse en el servicio a los demás."
10. "Quiero deciros: sigan así, sigan cabalgando las olas del amor, las olas de la caridad, ¡sean surfistas del amor!".
