Mis queridos hermanos y hermanas todos. Reciban mi afectuoso saludo, hoy en un día muy especial.
Hace solamente unas horas, en la tarde de ayer, ha llegado a Roma nuestro hermano el P. Thomas Uzhunnalil. Hace media hora he llegado yo después de la visita a una Inspectoría, y con más datos de los que tenía anoche, me dirijo a todos ustedes para darles toda la información de la que disponemos.
La gran noticia es que, ciertamente, nuestro hermano Thomas ha sido liberado y se encuentra entre nosotros. Llegó ayer a las seis de la tarde a la Comunidad Salesiana que presta su servicio en el Estado de la Ciudad del Vaticano. Partiendo del aeropuerto de Muscat en Oman ha aterrizado en el aeropuerto de Ciampino (Roma), y de ahí fue llevado a nuestra casa.
He pedido a nuestros hermanos que durante algunos días lo acojan allí por múltiples razones, entre otras la de asegurar los primeros estudios médicos, y un necesario descanso, así como poder encontrarlo y abrazarlo en nombre de todos sus Hermanos Salesianos y de toda nuestra Familia Salesiana. Posteriormente, cuando los médicos lo indiquen y todo sea oportuno, podrá regresar, sin duda, a la India.
Son muchas las cosas que nosotros mismos no sabemos. Sí es seguro que la liberación y entrega ha sido conducida por un operador humanitario, en comunicación y conexión con el Sultanato de Ornan.
Nosotros, como Congregación, hemos estado informados varios meses atrás de los contactos que se estaban teniendo con los raptores, hasta llegar a este momento, pero sin conocer nunca mayores detalles. De hecho, hemos estado informados de su liberación en el día de ayer sólo cuando el P. Thomas estaba llegando a Italia.
Debo decirles también a todos ustedes, y sin duda a muchas personas que tendrán interés en saberlo, que a la Congregación Salesiana no se le ha pedido el pago de ningún rescate, ni tenemos noticia de que se haya realizado pago alguno.
Como es natural, y porque tenemos la certeza de que así ha sido, deseamos expresar nuestro profundo agradecimiento a su Majestad el Sultán de Oman y a las autoridades competentes del Sultanato, al operador humanitario y a todas las personas que se han ocupado de este caso de modo diverso, en varias ocasiones y con generosa entrega.
También quiero dejar constancia de con cuanto afecto y constante preocupación la Inspectoría Salesiana de Bangalore ha acompañado a nuestro hermano Tom y a toda la Congregación, en estos largos meses de cautiverio.
A todas estas personas, a los diversos organismos de varios Estados y a su personal viene expresada, por medio de mis palabras, la gratitud del mismo P. Thomas y de todos nosotros, bien conscientes de cuánto se ha hecho por la liberación de nuestro Hermano.
Mis queridos hermanos salesianos sdb y querida Familia Salesiana. Expresado todo lo anterior, que explica las circunstancias humanas de este feliz acontecimiento, quiero manifestar el profundo agradecimiento que mi corazón y el de todos ustedes siente, sin duda, al Señor que ha acompañado todos estos meses en la interioridad de su soledad y quizá temor, al P. Thomas. Un gracias a Dios, en su Providencia, por este momento feliz que estamos viviendo.
Y un gracias también a las miles y miles de personas que en estos 18 meses de Getsemaní de nuestro hermano Tom han orado con tanta fe. El Señor nos ha concedido una gran Gracia. Por esto mismo, hemos de seguir respondiendo en el futuro con más fidelidad y autenticidad a su llamada, y al carisma que nos ha confiado y al que ha vivido entregado el P. Tom: El anuncio de Jesús y su Evangelio, y la predilección por los muchachos, muchachas y jóvenes de todo el mundo, entre estos los más pobres y necesitados.
Mis hermanos y hermanas todos. Sigamos agradeciendo al Señor este don de tener al P. Tom entre nosotros, y pidámosle a nuestra Madre Auxiliadora que lo acompañe y sostenga, y que continúe haciendo todo en nuestras vidas, como siempre hizo con Don Bosco.
Con verdadero afecto os saluda,
Ángel Fernández Artime
Rector Mayor
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