Según el nuevo Informe sobre el Desarrollo Mundial 2023, aproximadamente 184 millones de personas, es decir, el 2,3% de la población mundial, viven fuera de su país de origen. Casi la mitad de ellos se encuentran en países de bajos y medianos ingresos. Esta estadística incluye también a los 37 millones de refugiados que se han visto obligados a abandonar sus hogares debido a guerras, desastres naturales y otras grandes penurias.
Los jóvenes a menudo deciden dejar su país en busca de empleo, educación o simplemente de un mejor estilo de vida. Las Naciones Unidas han observado que los jóvenes están fuertemente representados en las migraciones por motivos humanitarios, como refugiados, solicitantes de asilo y menores no acompañados.
Los salesianos cuidan y brindan servicios educativos a los jóvenes migrantes en países de todo el mundo. Los jóvenes migrantes no acompañados a menudo enfrentan el rechazo de la población en su nueva tierra, la falta de un hogar, la explotación y la delincuencia durante los viajes. También están en riesgo de tráfico de personas y explotación.
"Independientemente de las razones que impulsen a los jóvenes a abandonar su tierra natal por otro país, los programas salesianos los ayudan a tener una transición más fácil en sus nuevas comunidades, a través de la formación lingüística, habilidades y programas de desarrollo laboral", explicó el Padre Timothy Ploch, director interino de Salesian Missions. Los salesianos también trabajan para crear nuevas oportunidades educativas y laborales en los países que los jóvenes dejan, como incentivo para quedarse en su país de origen.
En todo el mundo, los programas de Salesian Missions a menudo representan un cambio de vida auténtico para aquellos que se benefician de ellos.
Programas como el proyecto "Sunrise", llevado a cabo por los salesianos en Egipto desde 2014 para ayudar a los refugiados a adquirir las habilidades necesarias para el empleo o el trabajo independiente, representan un ejemplo. Gracias al financiamiento de Salesian Missions, el proyecto ha mejorado los medios de vida y la calidad de vida de más de 3.000 refugiados subsaharianos, yemeníes, sirios y egipcios vulnerables. En el último año, ha acompañado a 498 aprendices a través de doce talleres diferentes. En total, 375 personas se graduaron, el 77% de ellas eran refugiados y el 44% eran mujeres. Al final, 134 de los participantes en los talleres encontraron empleo formal, y ochenta aprendices recibieron una subvención de inicio y tutoría individual para iniciar su propio negocio.
En Addis Abeba, la capital de Etiopía, que alberga a más de un millón de refugiados en el continente, en treinta meses el proyecto piloto del "Global Solidarity Fund" ha cambiado la vida de más de mil quinientos migrantes "de regreso", refugiados y desplazados internos. Cinco congregaciones religiosas, incluidos los Salesianos de Don Bosco y las Hijas de María Auxiliadora, bajo la coordinación de la arquidiócesis, se encargaron de su formación. Hasta la fecha, más del 70% ya ha encontrado empleo.
El Proyecto Salesiano "Tijuana", en México, se dedica a ayudar a las personas más vulnerables de la ciudad de Tijuana, especialmente migrantes y refugiados. El Centro Salesiano alberga un comedor y otras actividades relacionadas con el proyecto. Desde 1987, brinda servicios a migrantes y jóvenes pobres que viven en la frontera entre México y Estados Unidos, con el objetivo de crear una red educativa integral en áreas donde los jóvenes pobres están en riesgo de exclusión social. El proyecto ha cobrado forma a través de oratorios y centros educativos salesianos, donde los niños crecen aprendiendo a compartir la fe, la cultura y el deporte dentro de sus comunidades.
En España, finalmente, la "Fundación Don Bosco" brinda educación y apoyo a los jóvenes migrantes, desarrollando proyectos para respaldar a los jóvenes en estructuras residenciales, así como servicios para la educación y el desarrollo laboral. Yassin Halim y Jimmy Samuel son dos jóvenes que han recibido la asistencia de la "Fundación Don Bosco". Gracias a los salesianos, Halim abrió su propia peluquería en Santa Cruz de Tenerife y la llamó, en agradecimiento, "Don Bosco". Jimmy, proveniente de Venezuela, comenzó a trabajar en España, demostrando gran perseverancia y gratitud por el apoyo y las oportunidades recibidas, sin perder nunca la sonrisa.
