La educación salesiana, desde la época del primer Oratorio, da una gran importancia al deporte y al juego. Pero la concreción salesiana, señalada y alabada públicamente también por el Papa Francisco, sabe leer los signos de los tiempos. Así, aunque en los últimos 50 años la cancha de fútbol ha estado siempre llena de niños y jóvenes, en este tiempo las autoridades salesianas no han dudado en transformarlo en un gran campo cultivado.
La buena y sorprendente noticia, en pocas palabras, es que el domingo 3 de enero los habitantes de Tondo, un suburbio de Manila, recolectaron las hortalizas que habían cultivado como parte del proyecto "Buhay sa Gulay - Fiesta de la Cosecha". El evento fue coordinado por la Unidad Local del Gobierno de Manila, por el Departamento de Reforma Agraria y por la iglesia parroquial de San Juan Bosco. Todo el proceso, desde la preparación del suelo hasta la siembra y recolección, fue realizado por los 17 barangays diferentes (pequeños distritos) de la ciudad.
El proyecto, que comenzó el pasado mes de octubre, fue un excelente ejemplo de colaboración y trabajo en red: seis beneficiarios de la reforma agraria de la provincia de Cavite, conocidos como "agricultores-científicos", se ofrecieron como voluntarios para enseñar a los residentes-beneficiarios de Tondo la forma correcta de cultivar hortalizas en situación de plantaciones urbanas; el Departamento de Agricultura de Cavite ofreció capacitación, plantones, fertilizantes, antiparasitarios y otros materiales agrícolas; la maquinaria utilizada fue prestada por el Departamento de Reforma Agraria.
Por su parte, los Salesianos de Tondo han puesto a disposición su parque infantil, por un total de 8.000 metros cuadrados de superficie, para plantar variedades de hortalizas en beneficio de las familias y vecinos de los 17 barangays presentes en el territorio parroquial. Sin olvidar que al mismo tiempo también se realizaron concursos de cocina entre los cultivadores y una lotería con premios.
En esta situación de pandemia, solo el 16% de las familias filipinas dijeron que no se consideraban pobres, y alrededor de 7,6 millones de filipinos dijeron que habían padecido hambre en los últimos 3 meses. En el contexto actual, esta pequeña pero importante finca urbana de Manila se está convirtiendo en un buen modelo para muchas personas.
Fuente: AustraLasia