La misma se realizó con la presencia del obispo de Villarrica (Chile), Mons. Francisco Javier Stegmeier, quien presidió la celebración, y el obispo de Neuquén (Argentina), Mons. Fernando Croxatto, quien concelebró. También participaron los párrocos de Junín de los Andes, P. Carlos Gómez SDB, y el párroco de Curarrehue, el P. Janusz Furtak SchP, además de seminaristas de ambos países, consagradas, laicos y agentes pastorales. Esta misa se realizó con la bendición de un hermoso día y un paisaje bellísimo con las típicas araucarias de la zona. Durante la celebración se recordó al Papa Benedicto VI y al recientemente fallecido obispo emérito de Villarrica, P. Sixto Parzinger, que el pasado 25 de febrero partió a la Casa del Padre. En su mensaje, el obispo neuquino hizo mención a la fraternidad que trasciende las fronteras, resaltando la hermandad que une a argentinos y a chilenos. Al final de la misma se realizaron los bailes típicos chilenos (cueca) y argentinos (zamba).
La próxima misa por la hermandad argentino-chilena se llevará a cabo el primer domingo de marzo de 2024. Desde este momento, queda hecha la invitación a todos aquellos que visiten esta zona de la Patagonia.