ESPECIALES
(ANS – Roma) – Después de recordar algunos de los famosos sueños de Don Bosco con claro valor educativo-pedagógico, comienza hoy el mini ciclo de tres encuentros dedicados a redescubrir los sueños "misioneros" del santo fundador de la Congregación Salesiana. Dado el desarrollo de la Sociedad que él fundó, las innumerables obras iniciadas y llevadas a cabo con la colaboración de muchos otros religiosos, religiosas y laicos de la Familia Salesiana, y la precisión de tantos detalles sobre países y realidades que Don Bosco nunca visitó en persona, estos sueños son algunas de las visiones más fascinantes y sugerentes que él relató. Comencemos, obviamente, por el primero, que concierne a la primera tierra de misión de los Salesianos: la Patagonia (Memorias Biográficas X, 53-55).
(ANS – Roma) – Un camino accidentado y difícil, mucho esfuerzo, mucho celo, muchas dificultades, pero también música celestial y visiones maravillosas: todo esto se encuentra en el tercer sueño de Don Bosco, que recordamos con motivo de su fiesta litúrgica y en este año del Bicentenario de su sueño más famoso, el de los Nueve Años. Hoy presentamos el sueño conocido como "de las diez colinas" o "de la décima colina" (Memorias Biográficas, VII, 796-800). En este relato, Don Bosco ofrece a sus jóvenes varias enseñanzas importantes: la importancia de preservarse inocentes y seguir las enseñanzas de la vida cristiana; el valor de la constancia y la fidelidad en el camino emprendido; y finalmente, la dimensión fundamental de cuidar unos de otros en el camino común de la vida.
(ANS - Roma) - La figura de María vuelve también en el segundo sueño de Don Bosco, que se presenta a los lectores de ANS en este año bicentenario del Sueño de los Nueve Años y en preparación para la fiesta del Santo de la Juventud. "Flores y frutos para María" es el título con el que se recuerda (Memorias Biográficas, Vol. VIII). La Madre de Jesús en este caso es el objeto explícito de la devoción que se manifiesta en el sueño, pero Don Bosco, para educar a sus muchachos, señala que no se pueden engañar a sí mismos y a los demás venerando a la Virgen y llevando, al mismo tiempo, una vida solo aparentemente cristiana. El sueño luego concluye con Don Bosco, como gran conocedor de los corazones juveniles, instando a los muchachos a continuar su camino de acompañamiento con él.
(ANS - Roma) - Muchos de los sueños que Don Bosco compartió con sus jóvenes tenían evidentemente fines educativos, tanto que a menudo ni siquiera sus biógrafos lograron demarcar con claridad el límite entre sueño, visión y relato pedagógico. Entre ellos, se puede destacar el conocido como "el sueño de la serpiente y el rosario" (Memorias Biográficas de Don Giovanni Bosco - VII 238-243). Ocurrido en el verano de 1862, es una clara manifestación de lo central que era María Auxiliadora no solo en la vida del santo, sino también en su visión pedagógica; y de cómo la devoción mariana no estaba en conflicto, sino que, más bien, estimulaba a sus muchachos a encaminarse hacia una vida sacramental y eclesial plenamente vivida.