La convocatoria reunió a las familias de algunos hermanos salesianos. El evento estuvo a cargo de los profesionales en la salud que acompañan a los hermanos con los cuidados específicos que cada uno requiere.
Las familias conocieron unas “cápsulas de espiritualidad salesiana”, disfrutaron de un delicioso café, escucharon con atención la ficha medica de cada salesiano y constataron el estado en que se encuentran y las atenciones y cuidados que cariñosamente dedican las enfermeras y doctores. También conocieron los protocolos de atención en emergencias y requerimientos que se deben atender ante los hospitales estatales e instancias legales, así como los detalles de la casa de salud de El Salvador.
La vejez es una etapa de la vida tan positiva como cualquiera otra y llena de muchas satisfacciones. Para la Inspectoría y para las comunidades, el bienestar y la calidad de vida del adulto mayor representan un reto valiente. Al igual que sucede en las familias cuando los padres se hacen mayores, es inevitable no tener dudas de cómo se debe ayudar.
Se felicita y agradece el apoyo que brindan muchos hermanos y comunidades cuando visitan la casa de salud y el apoyo de toda la inspectoría para el sostenimiento y atención de estos hombres santos que lo han dado todo por los jóvenes. Se agradece infinitamente a varios profesionales que se siguen sumando en apoyo a este proyecto precioso y delicado.
El encuentro concluyó atendiendo dudas, preguntas y comentarios. Los Salesianos que viven en la casa de salud recibieron con mucha alegría a los visitantes.
“Debemos agradecer a la Comunidad y al equipo de laicos, por el excelente encuentro en un ambiente familiar. Nos da mucha satisfacción y paz conocer y ver el buen trato, las atenciones y el cariño que brindan a los ancianos”, manifestó la familia Jinesta.