Por: P. Ding Cortez, SDB
Delegado para la Animación Misionera de Filipinas Norte
Escuchar las diferentes experiencias de dificultades, desafíos y los deseos misioneros y viendo cómo pudieron decir un gran “sí” para proclamar a Jesús al estilo de Don Bosco, este encuentro ha sido una “teofanía”, una manifestación del Señor por medio de los salesianos y de los misioneros.
¿Cómo podemos dejar de admirar la labor evangelizadora de los salesianos que viven en situaciones difíciles como es el caso de misioneros que viven en un frio bajo cero, pero con sus corazones ardiendo solo por el amor de Dios y los jóvenes, en Mongolia y Siberia? ¿Quién no se sentiría inspirado al ver a un laico (Lauren Hichaaba, del Proyecto Cagliero, de la Inspectoría Australia-Pacífico) compartiendo el gran logro realizado a través de su proyecto de voluntariado? ¿Quién no estaría entusiasmado con la presencia animadora del P. Guillermo Basañes, Consejero General de la Misión, y del P. MC George, del mismo Dicasterio, quienes guían de manera cuidadosa y paterna los pequeños pasos de los Delegados para la Animación Misionera?
Un gracias a los Animadores de la Misión que deben sentirse que no están solos en este servicio, que todo lo que hacen y los problemas y los contratiempos y las dificultades son parte de una realidad mayor: la misión salvadora de Dios a través de su Hijo Jesús, y con la presencia de los Salesianos que trabajan al estilo de Don Bosco.
El desafío actual es de iluminar los corazones de nuestros salesianos y colaboradores laicos en la misión para las misiones. Se trata de llevar el amor salvador de Dios no solo a los países en los que se trabaja, sino también a todas partes del mundo que no han escuchado el anuncio del Reino ni la Buena Nueva. Y es sorprendente darse cuenta de que hay muchos continentes que faltan visitar, incluido el continente digital y el corazón y la mente de la llamada “Generación X”.
¡Coraje, hermanos salesianos y laicos corresponsables de la misión! La cosecha siempre es tan grande y los trabajadores son pocos.
Fuente: AustraLasia