Los últimos 100 km de camino son intransitables durante las temporadas de lluvias. Durante semanas los residentes quedan aislados de la capital. La gente viaja comúnmente con motocicletas y en la estación seca se levanta una grande polvareda. En el mejor de los casos, se necesita 3 horas de trocha antes de llegar a la carretera asfaltada y luego se continúa por otros 300 km hasta llegar a Monrovia.
Es un país donde el correo postal o los periódicos no llegan, hoy ya no es un problema gracias a la Internet. En Tappita, el mercado se abre una vez a la semana y las personas convergen de todos los pueblos, es una oportunidad de ver gente y encontrar algo más de lo que normalmente se encuentra.
Un país típico y lleno de bosque, donde la gente sobrevive por la agricultura tradicional. Come pero no tiene dinero. Un país donde comes una sopa y luego preguntas qué hay dentro, y descubres que es un mono, o una zarigüeya, o quizá una boa, o un ciervo... Es decir, todo lo que corre o se arrastra es alimento.
Tappita tiene luz eléctrica, pero la parroquia nunca tuvo fondos suficientes para poner los postes y hacer llegar los cables a la misión. Por lo tanto, uno debe asegurarse de cargar su computadora, su teléfono móvil y sus baterías a tres horas, en el lugar donde se usa el pequeño generador en la noche.
La parroquia tiene 24 sucursales. No se sabe cuándo se terminará de visitarlas, porque las carreteras son difíciles en tiempo de lluvia y en tiempo de sequía. Llegar a algunos lugares es posible solo con las motocicletas y en la estación seca. Algunos pueblos y algunas personas no han visto a un sacerdote durante 3 años. ¡Pero la gente se acostumbra a todo!
No tenemos una casa de formación. Está en la comunidad Albertino y Edwin Tangie, jóvenes entusiastas y emprendedores: estoy tentado es decir que ellos hacen todo.
Fuente: “Missioni Don Bosco”