¿Cómo conociste a los salesianos y cuál fue la motivación para realizar el voluntariado?
Toda mi educación, aproximadamente quince años, fue con los salesianos: desde la primera infancia, hasta la educación media. Luego fui a la universidad a estudiar matemáticas, posteriormente volviendo de la universidad trabajé con los salesianos. Actualmente, me desempeño como docente de matemáticas y asesor de la pastoral juvenil. Me dieron licencia para venir acá y luego regresaré para poner en práctica todo lo aprendido.
¿Qué te han comentado del proyecto del voluntariado en Ecuador?
A nivel de Latinoamérica, creo que es el voluntariado más establecido, más ordenado, que tiene el mejor proyecto tanto para los voluntarios que vienen, como para los chicos por quienes se trabaja. La estructura es muy definida, hay mucho acompañamiento, y principalmente porque acá se vive la espiritualidad salesiana con la gente de la calle, que es la gente que Don Bosco siempre quiso acompañar.
¿Quién te animó para venir acá?
Yo tengo un acompañante espiritual que es el P. Víctor y con él fuimos descubriendo este proceso. Además, por esas cosas de Dios, el padre Inspector de Ecuador llegó a Santiago de Chile, tuvimos una reunión sencilla donde conversamos y de inmediato me dijo: «eres bienvenido».
¿Cuál es tu expectativa sobre el trabajo que vas a realizar?
La expectativa principal es entregarse para los jóvenes, con los jóvenes y la expectativa de crecer como cristiano, de crecer como salesiano, de crecer como joven y también que esos niños que uno va acompañando crezcan; que sea un intercambio de amor, un intercambio de conocimientos y principalmente día a día descubrir al Señor.
¿En Chile hay un trabajo similar al que se realiza en Ecuador con los chicos de la calle?
Allá en Chile existen principalmente tres casas, es un proyecto que se llama Fundación Don Bosco y que a nivel inspectorial es una iniciativa y un llamado que ha hecho el Inspector para que nuevamente el salesiano se vuelque a la calle. Contamos con tres casas en Santiago y cerca de Valparaíso, pero la idea a largo plazo es replicarlo en más ciudades para que más niños puedan conocer al Señor.
¿Cuántos niños están atendiendo?
La Fundación atiende alrededor de trescientos niños al estar en una etapa inicial, pero también están los oratorios donde se atienden más niños en las zonas periféricas.
¿Por qué dejar tu trabajo y hacer esta experiencia?
Hay una idea que el Señor nos manifiesta en el Evangelio, y muchas veces nos llama para dejarlo todo. Muchas veces la familia, el vínculo cercano que uno tiene, la zona de confort con la que vive, el dinero, no ayudan mucho a vivir la llamada de Dios. Partir a un lugar y vivir la experiencia de servicio sin sueldo y ponerse a disposición de los salesianos en Ecuador, es una experiencia única que me ayudará enormemente.