El P. Eric Meert, misionero salesiano belga, es uno de los responsables de la “Obra Mamá Margarita” en Lubumbashi, en la República Democrática del Congo. Él y otro salesiano llamado Simeón, que es su compañero de trabajo, se acercan a los niños de la calle, en las calles de las ciudades africanas. El primer encuentro es el momento más importante: hay que transmitirles un afectuoso interés por ellos y por sus historias... y luego se les invita a presentarse en “Bakanja Ville”, el Centro Salesiano de primera acogida para niños de la calle.
Es esencial que la decisión de ir al centro salesiano sea de los niños: solo con el deseo, puede nacer la posibilidad de una nueva vida. Cuando los niños realizan este primer paso, reciben la atención de primeros auxilios, pueden lavarse, jugar en un lugar protegido, y sobre todo bajo la mirada atenta y amorosa de los religiosos y educadores.
Y si después, muestran el interés de dejar permanentemente la vida de la calle, pueden seguir un curso largo y complejo de rehabilitación, que implica otra Obra Salesiana para la rehabilitación llamada “Miguel Magone” y “Cité des Jeunes”. Este proceso pasa por la alfabetización, escolarización, entrenamiento psicológico, atención espiritual y, posteriormente, por una formación técnica y profesional.
El objetivo del proyecto es doble. Por un lado es la reunificación familiar, cuando sea posible, que pasa a través del trabajo de los Salesianos, psicólogos y, no menos importante, de los trabajadores sociales.
El segundo momento al estilo salesiano es asegurar un futuro para los niños que no tienen referencias de sus familias, porque son huérfanos o porque están en la imposibilidad de tener contactos con los padres u otros familiares cercanos.
Es indudable que un adulto que vive una vida digna, puede asegurar un futuro brillante para sus hijos y contribuir al desarrollo de su país.
Fuente: Missioni Don Bosco