La primera cosa que se debe hacer cuando se aborda el tema de la gestión de crisis desde un punto de vista comunicativo es examinar todo lo que se puede hacer para prevenirlas: implementar mecanismos preventivos, como cursos formativos sobre la comunicación; seleccionar un grupo de personas que se active en caso de crisis y formarlo adecuadamente; desarrollar procedimientos de comunicación específicos y redactar documentos…
Sin embargo, si la crisis ocurre – y en el contexto de la vida religiosa sucede con frecuencia, dados los estándares superiores de coherencia y moral requeridos a sus miembros – es oportuno tener claro qué hacer y atenerse a algunos principios clave que, si se siguen diligentemente, mejoran significativamente la capacidad de comunicar situaciones a menudo intrincadas de manera ordenada y transparente. Tales principios son: eficiencia y rapidez en la respuesta, trabajo en equipo, clara definición de los roles y protagonismo del coordinador de la comunicación, cuidado de la comunicación interna y de una comunicación integrada, acompañadas de un monitoreo continuo de la evolución de la situación.
Finalmente, la gestión de la comunicación de crisis no se resuelve ni siquiera con el fin de la crisis: incluso después, es necesario asegurar otros pasos fundamentales para recuperar la credibilidad, renovarse y reformarse, aprendiendo de la experiencia vivida.
Para profundizar mejor el tema, al final de la página está disponible – en italiano, inglés y español – una breve guía, una suerte de vademécum, sobre los pasos fundamentales para la gestión de crisis, a cargo del Padre Maciej Makuła, miembro del Sector para la Comunicación Social.
“Les invitamos al Congreso de Comunicación, que se celebrará del 1° al 7 de agosto de 2024, en Roma”, es la exhortación que llega del Sector para la Comunicación Social.
De cara al Congreso ya están activos también la página de Facebook y el perfil de Instagram de Shaping Tomorrow.