A mediodía, el Cardenal se unió a los demás obispos, sacerdotes y seminaristas para participar en la Bendición del Sombrero y Despedida de los Peregrinos, que tuvo lugar en la Basílica Santuario de Nuestra Señora de los Dolores. Durante la ceremonia se cantaron bendiciones, se rezaron oraciones y hubo demostraciones de fe y devoción popular. Según los registros efectuados en la Sala de Informações ao Romeiro, en Juazeiro do Norte, que contabiliza el número de personas que visitaron el municipio, llegaron a Juazeiro peregrinos procedentes de São Paulo, Rondônia y Minas Gerais, así como peregrinos de todos los estados del nordeste. En total, se registraron 69.295 peregrinos, encabezados por los estados de Rio Grande do Norte (9.635), Paraíba (10.971), Pernambuco (22.048) y Alagoas (24.069).
Desde las cinco de la tarde, la multitud de fieles peregrinos comenzaron a llenar el Largo da Capela Nossa Senhora do Perpétuo Socorro. Después de la misa solemne, todo el pueblo de Dios se unió en procesión por las principales calles de la ciudad, bendiciendo y cantando las alabanzas de la Madre de las Velas. El Cardenal Ángel Fernández Artime también siguió la procesión, junto con otros miembros del clero.
A su llegada a la Casa de Nuestra Señora de los Dolores, se bendijo el Santísimo Sacramento. Dirigiéndose al pueblo peregrino, el Cardenal Ángel dijo que contaría al Papa Francisco su experiencia de peregrinación. "Quiero testimoniar después, cuando llegue a Roma, lo que he vivido con vosotros. Quiero confirmar una vez más que tengo la oportunidad de hablar con el Santo Padre, el Papa Francisco, que os conoce, ha oído hablar de nuestro encuentro y de otros que habéis tenido, conoce la hermosa realidad de los peregrinos, la fe de esta comunidad y el camino que se está desarrollando en el proceso de beatificación del Padre Cícero", dijo el cardenal.