La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) ha observado: "Sin una educación de calidad, inclusiva y equitativa, y sin oportunidades permanentes para todos, los países no lograrán la igualdad de género y romperán el ciclo de pobreza que deja atrás a millones de niños, jóvenes y adultos. Hoy en día, 250 millones de niños y jóvenes no van a la escuela y 763 millones de adultos son analfabetos. Su derecho a la educación está siendo violado y es inaceptable. Es hora de promover la educación".
Los Salesianos proporcionan escuelas primarias y secundarias y son considerados el proveedor privado más grande de educación técnica y profesional en el mundo. Los programas ayudan a los jóvenes vulnerables, brindando acceso a oportunidades educativas que satisfacen las necesidades ocupacionales locales. En todo el mundo, hay casi 1,000 escuelas salesianas profesionales, técnicas y agrícolas, con el objetivo de servir a los jóvenes más pobres y necesitados.
"La educación ofrece una salida de la pobreza", afirmó el Padre Michael Conway, Director de "Salesian Missions". "La educación salesiana brinda a los jóvenes la oportunidad de aprender habilidades fundamentales que los ayudarán más adelante en la vida. Muchos estudiantes avanzan desde la escuela secundaria hacia la formación profesional y técnica, que les brinda habilidades para un empleo estable a largo plazo. Es la forma en que los jóvenes se convierten en miembros autosuficientes y productivos de sus comunidades".
En el Día Internacional de la Educación, la Procura Misionera Salesiana de New Rochelle destaca con satisfacción los programas educativos salesianos en beneficio de los jóvenes de todo el mundo.
Los misioneros salesianos en Machala, Ecuador, se dedican a proporcionar educación técnica a jóvenes en riesgo de los sectores de bajos ingresos de la ciudad. Los salesianos también respaldaron veinte iniciativas de pequeñas empresas familiares para mejorar las condiciones de vida de los beneficiarios. El proyecto fue respaldado por la Procura Misionera Salesiana de Madrid, la Fundación "ADEY" y la Parroquia "Nuestra Señora de la Misericordia". El objetivo era reducir la pobreza, fortalecer las habilidades técnicas y promover el espíritu empresarial familiar para jóvenes de dieciocho a treinta y cinco años. Los cursos se centraron principalmente en jóvenes mujeres migrantes, principalmente venezolanas, y en ciudadanos ecuatorianos en situación de exclusión social, incluyendo madres solteras y económicamente dependientes, con niveles bajos de educación.
En cambio, el Instituto Salesiano de Ibadan, Nigeria, cuenta ahora con un nuevo laboratorio de informática gracias a los benefactores de "Salesian Missions". El proyecto proporcionó treintiún computadoras de escritorio, seis computadoras portátiles, software, escritorios y sillas para computadoras. Los salesianos fundaron el centro en 2002 para ofrecer servicios educativos y sociales a los jóvenes pobres. Hoy en día, el centro alberga el Instituto de Filosofía con doscientos estudiantes, un centro juvenil visitado todos los días por quinientos chicos, un oratorio frecuentado todos los días por cien jóvenes y una casa de acogida con cuarenta niños. Los Salesianos también ofrecen un programa de sensibilización en el cual los niños de la calle pueden solicitar apoyo y asistencia. Antes de que los benefactores respaldaran el proyecto, el centro solo tenía cuatro computadoras para todos estos jóvenes.
En Filipinas, los benefactores de "Salesian Missions" están respaldando los estudios de seis estudiantes que asisten al Instituto Técnico "Don Bosco" de Makati City. Cinco estudian en el programa automotor, mientras que el sexto estudia para ser maquinista. El instituto, fundado en 1971, ha desarrollado asociaciones a largo plazo con organizaciones que ayudan a garantizar que los estudiantes puedan acceder a la formación en empresas y así tener buenas oportunidades de empleo una vez que se gradúan. Por ejemplo, se han desarrollado asociaciones con Ford y Porsche.
En Sudáfrica, finalmente, el Instituto Salesiano para Proyectos Juveniles (Salesian Institute Youth Projects - SIYP) en Ciudad del Cabo ha desempeñado un papel central en ayudar a los jóvenes que no trabajan ni están comprometidos en un camino de estudio o formación técnica (NEET, en inglés). Los Salesianos, a través de un programa específico para ellos, buscan reintegrarlos en trayectorias de aprendizaje y han desarrollado un programa específico que dura doce meses e incluye tres módulos: el primero abarca habilidades para la vida y áreas fundamentales como idiomas y matemáticas; el segundo está destinado a pasantías y prácticas en empresas sociales; mientras que el último implica aprendizaje directamente en lugares de trabajo de empresas colaboradoras.