Esta estatua es la obra más exitosa del escultor Don Michele Filippo Cattaneo (1815-1886), el canónigo cuyo ejemplo de caridad sirvió de modelo precisamente para Luis Orione. Don Cattaneo tenía un talento artístico particularmente interesante. Después de haberse dedicado a la pintura, la cerámica y la escultura, se centró principalmente en la creación de obras religiosas, algunas de las cuales estaban destinadas a decorar capillas que carecían de imágenes de culto. Entre ellas se encontraba la estatua para la iglesia de Don Bosco.
La estatua fue entregada personalmente a Don Bosco por Don Cattaneo, quien emprendió un largo viaje en tren hasta Valdocco para entregarla. Inicialmente, la estatua era de color blanco y azul, pero Don Bosco la doró. Normalmente, se colocaba en una hornacina de la Basílica y era llevada en procesión por los jóvenes del Oratorio de Valdocco en la festividad anual del 24 de mayo. Posteriormente, se colocó en el altar de Santa Ana.
Luis Orione, durante sus años en el Instituto Salesiano, visitaba frecuentemente la estatua y llevaba a sus compañeros más queridos y a sus paisanos a visitar a "su Madonna". Siempre estuvo delante de la estatua esculpida por su canónigo, y el 29 de enero de 1888 ofreció su vida para que el Señor prolongara la de Don Bosco, una vida tan preciosa.
Por esta razón, muchos años después, en 1964, el sacerdote orionita Don Lorenzo Nicola, de la parroquia de Las Valletas en Turín, escribió al entonces Rector Mayor, Don Renato Ziggiotti, solicitando llevar la estatua de Cattaneo a España, donde se inauguraría un nuevo seminario para doscientos estudiantes, dedicado a Don Orione. Cuando el seminario cerró en 1996, la estatua fue trasladada nuevamente, esta vez de forma definitiva, a la escuela Nuestra Señora de Fátima, en el municipio de Posada de Llanes, donde fue recibida en los primeros meses de 1997.
Fuente: Boletín Salesiano
