Según sus propias palabras, el objetivo de su visita era estar con sus hermanos en Haití para mostrarles la cercanía y la preocupación del Rector Mayor, Padre Ángel Fernández Artime, y de su Consejo. De acuerdo con el programa elaborado para la visita, y debido a las limitaciones de tiempo, el Ecónomo General no pudo visitar todas las comunidades, especialmente las situadas en zonas de alto riesgo de inseguridad como Cité Soleil, ENAM y Pétion Ville. Aparte de estas tres comunidades, pudo visitar las otras ocho que componen la Visitaduría de HAI, a veces con dificultad.
Sus desplazamientos hacia el norte y el sur fueron facilitados por una compañía aérea comercial. En cada comunidad a la que llegó se respiraba un ambiente de fiesta y acogida fraternal. Como su visita coincidió con la reapertura de las clases escolares, el Hermano Muller tuvo la oportunidad de ver volver a clase a algunos de los beneficiarios de la acción educativa salesiana. Y, como señaló, pudo constatar que a pesar del difícil contexto que vive el país y de la falta de recursos materiales y financieros, los Salesianos siguen llevando a cabo la misión de Don Bosco.
Si el objetivo de la visita era aportar ánimo y apoyo a la misión salesiana en este atormentado país, el resultado fue ciertamente logrado. De hecho, al final de la Visitaduría, el Padre David Hérode, Delegado de Comunicación Social de la Visitaduría, escribió: "Nos gustaría aprovechar esta oportunidad para expresar nuestro más profundo agradecimiento al Hermano Muller, que no tuvo miedo de venir a vernos y estar con nosotros en un día nada fácil. Gracias, Rector Mayor y Hermano Muller por esta visita histórica en un momento tan complicado de la historia de Haití. Viva Don Bosco, aquí y en todas partes!".