La presencia de la reliquia en el Centro Juvenil Don Bosco fue una experiencia muy emotiva para todos, y creó un sentimiento de emoción y orgullo entre aquellos que conocieron a Don Bosco por haber asistido a parroquias, escuelas, oratorios o centros de formación profesional animados por la Familia Salesiana. "Es fantástico ver a Juan Bosco en el centro, nos da un sentido de esperanza y fuerza", declaró el Padre Jan Walenciej, uno de los salesianos de la comunidad de Brunswick. Laicos, voluntarios, familias y amigos acudieron especialmente a la casa salesiana para ver y venerar la reliquia y pasaron momentos de oración y reflexión ante la urna. Muchos fueron a ofrecer intenciones por sus familias y estudios, a rezar juntos el rosario o la coronilla de la Divina Misericordia.
Los huéspedes alojados en el internado salesiano local también acudieron en gran número a rendir homenaje a la presencia de la reliquia de Don Bosco, junto con otros invitados y amigos de otras nacionalidades. "La misión de Don Bosco es realmente grande en mi país (India): hay hermanos y padres amigos, activos entre los jóvenes como usted aquí. Yo solía jugar al fútbol con ellos. Ver la reliquia del hombre que empezó todo esto es una experiencia increíble. Estoy muy contento", exclamó uno de los residentes del internado.
A continuación, el Padre Phil Gleeson, Director de la comunidad, presidió la misa principal del programa de visita de la reliquia, ante numerosos fieles. La reliquia permaneció en la casa de la comunidad durante dos días antes de ser transportada a la parroquia de Santa Margarita María Alacoque, también en Brunswick, y animada por los Salesianos, donde estaban previstas otras ceremonias litúrgicas y momentos de oración.
El Padre Anthony Nguyen, SDB, párroco, acogió la reliquia en la parroquia junto con sus feligreses. Se organizaron varias celebraciones eucarísticas en vietnamita, italiano e inglés, y el Padre Walenciej y el Padre William Matthews, Inspector de AUL, celebraron la misa en medio de muchos fieles locales el domingo en que la reliquia fue depositada. En la ocasión, el Padre Walenciej recordó a la congregación el regalo de Don Bosco y su sueño de los dos pilares como guía segura para el camino de la fe y de la vida, tanto personal como comunitaria.
"Demos gracias a Dios por el regalo de Don Bosco, por su vida de servicio y dedicación para llevar esperanza y educación a los jóvenes, y sigamos rezando a nuestra Santísima Madre María para que interceda por nosotros", concluyó Afia Enosa, de la comunidad salesiana de Brunswick.
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