Ellos son menores y jóvenes de entre 6 y 22 años, muchos de los cuales eran estudiantes de secundaria y educación superior. Y eso no es todo: algunas madres solteras de los pueblos aledaños también recibieron ayuda. Para todos ellos había un solo objetivo: brindarles una alimentación balanceada, considerando que son jóvenes vulnerables.
El centro "Don Bosco Kansebula", que atiende desde el inicio de sus actividades a los jóvenes salesianos en formación de África Central con cursos y estudios de Filosofía, cuenta también con una finca de 44 hectáreas que abastece de alimentos tanto a la casa de formación salesiana como a los pueblos cercanos, que pueden usar la granja para cultivar alimentos para ellos y para la comunidad.
Uno de los beneficiarios de esta iniciativa solidaria fue Fabrice Kyundundu Mbilizi, un estudiante de secundaria de 25 años. “Estudié agricultura en la parte este de la República Democrática del Congo, en Uvira. Ahora estoy en Kansebula como salesiano de Don Bosco en fase de postnoviciado. En Kansebula tenemos una huerta, producimos verduras y tenemos algunas mascotas. Los pueblos y los salesianos se han beneficiado de lo que se produce en la huerta y en la finca. Estoy muy contento por cuanto nuestros benefactores están haciendo por nosotros para combatir el hambre y los animo a seguir en esta dirección”.
Los salesianos trabajan en la República Democrática del Congo desde hace más de 100 años, asegurándose de que los niños más vulnerables estén siempre en el centro de todo su trabajo. Las escuelas primarias y secundarias y los programas salesianos sientan las bases para el aprendizaje, mientras que los programas técnicos, profesionales y agrícolas salesianos ofrecen a muchos jóvenes la oportunidad de un futuro estable y productivo.
A pesar de su gran riqueza material, la República Democrática del Congo es una nación muy pobre. La mitad de la población vive por debajo del umbral de la pobreza, con menos de 1 dólar al día, principalmente en las comunidades rurales. Debido a los enfrentamientos armados y a la violencia en curso dentro del país; más de 8,5 millones de personas necesitan asistencia humanitaria urgente. Además, 4,1 millones de congoleños son desplazados internos, 620.000 han buscado refugio en países vecinos, y más de 7,5 millones de personas no tienen suficiente comida.