Fue una jornada con un fuerte valor simbólico porque recordó "el precioso legado de un hombre que, en estado de grave invalidez, supo volverse un importante recurso y una gran ayuda para todos los demás", como se lee entre los motivos de la propuesta de titulación del hospital de la ciudad.
El 6 de mayo de 1968 a las 11:30 de la mañana, Nino Baglieri a la edad de 17 años se cae de un andamio del tercer piso de un edificio en construcción, quedando paralizado del cuello para abajo. El camino posterior al accidente fue muy complicado: después de diez años de desesperación llegó el punto de inflexión decisivo en su vida, que es la conversión: comenzó a leer la Biblia y sobre todo aceptó su condición convirtiéndose en testigo del sufrimiento.
“Una alegría para la ciudad de Módica, para los que lo conocieron y lo amaron -dijo con motivo del nombramiento el padre Salvatore Cerruto, vicario foráneo de Pozzallo, en la región de Ragusa-. El sector de la sanidad es muy difícil hoy en día. todos tenemos que trabajar para ayudar y cuidar a los enfermos y Nino, desde el cielo, nos coordinará en esta ayuda y en este compromiso por los enfermos”.
El director de ASP 7 de Ragusa, arq. Angelo Aliquò dijo: “Estamos acostumbrados a nombrar hospitales con nombres de grandes personalidades, incluso reyes o reinas; hoy, en cambio, llamamos al Hospital de Módica en honor a una persona sencilla y humilde que representó tales valores que una comunidad pide que se le ponga su nombre. Esperamos que Nino sea un faro, un foco de atención en una realidad cambiante, atenta a los valores de la solidaridad y el acompañamiento: el servicio de sanidad que va cuidado y mejorado”.