Los Salesianos de la Inspectoría de Filipinas Sur (FIS) informan que la escuela "Don Bosco Technical College" en Cebú ha sufrido graves daños. La misma suerte corrió el Centro Juvenil Pasil, que se encuentra cerca del mar. Aquí, el edificio fue dañado por el viento y las olas, quedando comprometida la integridad estructural de la cerca. Por tanto, se teme que, si cede el perímetro, los salesianos queden expuestos tanto al mal tiempo como al riesgo de saqueos.
Mientras tanto, muchas familias han perdido sus hogares, especialmente los construidos con materiales ligeros, a lo que se suma la emergencia hídrica. De hecho, hay escasez de agua potable porque en el distrito se ha suspendido el suministro. El gobierno está tratando de entregar agua a las comunidades con camiones puestos a disposición por los bomberos.
Además, los servicios de Internet son escasos porque se han dañado muchas líneas de transmisión. Las personas afectadas por el desastre están abarrotando estaciones de servicio y ferreterías, sin olvidar sus sufrimientos por todo lo acaecido. Por eso, los Salesianos de la Inspectoría FIS piden rezar por ellos, recordando que a pesar de todo, los cebuanos son personas fuertes y que saben resistir.
El tifón Rai también es una oportunidad para reflexionar sobre el cambio climático: "Durante generaciones hemos vivido con este tipo de clima -escribe el padre Keith Amodia, Delegado de Comunicación Social de la Inspectoría FIS- pero ahora las tormentas son cada vez más fuertes y devastadoras, debido al cambio climático".