Los Salesianos, siempre junto a los más pobres, los últimos, los más vulnerables, no podían dejar de estar presentes en la República Centroafricana. Y de hecho, animan tres misiones: dos en Bangui, en las afueras de la ciudad, en Damala y Galbadja; y una a 435 km de la capital, en Bouar, donde se ocupan principalmente de educación, formación y hostelería.
En las misiones de Galbadja y Gamala hay un centro juvenil, un hogar familiar y un oratorio, así como instalaciones escolares: una escuela secundaria, una escuela vocacional, escuelas primarias y jardines de infancia.
Otro apoyo importante para una población tan agotada, para decenas y decenas de menores desfavorecidos, es el proyecto de adopción a distancia que organizan los hijos de Don Bosco.
Los niños que forman parte del proyecto de adopción a distancia tienen entre siete y ocho años. Son niños como Anne Laure, una niña de 7 años, que asiste a la escuela primaria “San Juan Bosco” en Galabadja: sus padres jóvenes lucharon para pagar los gastos escolares, la madre no tiene trabajo y el padre es un estudiante. Por eso los Salesianos, entendidas las dificultades, encontraron de inmediato una alternativa para cubrir las cuotas del año en curso: incluirlo en el proyecto de becas.
Adoptar a un niño de la República Centroafricana significa dar esperanza y un mañana, en un país donde casi nunca se habla del futuro; significa ayudar a una familia y garantizar la matrícula, los útiles escolares, la atención médica y la alimentación.
Más información está disponible en el sitio web: www.missionidonbosco.org